Imanol Idiakez se quedó a un paso de cumplir 500 días en el Deportivo. Llegó el 1 de julio de 2023 para confirmar lo que se había barruntado durante los días siguientes a la ruptura del club con Rubén de la Barrera, el entrenador que había dirigido al equipo en los cuatro últimos partidos de la temporada. El estratega coruñés salió en un contexto de renovación completa que afectó también al Consejo de Administración de la entidad.
Idiakez no ilusionó al sector del deportivismo que se manifiesta a través de las redes sociales. Por un lado estaban los defensores de De la Barrera, por otro los que argumentaban que el currículum del nuevo técnico era chato y escaso de éxitos. Idiakez llegaba tras una destitución sin acabar la Liga en el Leganés, que se había quedado lejos del objetivo del ascenso a Primera. Antes había sido asistente de Unai Emery en el Villarreal y había dirigido apenas doce partidos en Zaragoza. También había sido despedido del AEK Larnaca chipriota en diciembre de 2019. “Fue todo bastante rápido. Cuando te llama el Dépor no lo puedes dejar pasar”, explicó en su presentación, que se produjo diez días después de que se confirmase su fichaje. Tenía el reto de saca al Deportivo, en el cuarto intento, de Primera RFEF. “Soy consciente de la magnitud del club”.
El verano atemperó las prevenciones que pudiese haber en la grada hacia el nuevo técnico. Ayudó también su actitud en las comparecencias públicas, siempre mesuradas y plenas de lógica en sus apreciaciones. La temporada empezó con un tropiezo en casa con el Rayo Majadahonda, pero buenas sensaciones. La victoria en Lugo (0-3) disparó la ilusión, pero allí se lesionó Yeremay. Poco después cayó Mella. Y el equipo empezó a patinar, acumuló seis jornadas sin ganar hasta que un tanto salvador de Martín Ochoa le dio un imperioso triunfo en Sabadell que llegó tras rascar un empate postrero en Ponferrada jugando con uno menos. Era una victoria muy necesaria, somos humanos, cuando el fútbol te castiga cada semana hacía falta algo así”, explicó Idiakez tras la victoria en Sabadell.
Dos victorias en Liga y una agónica en Copa contra el Covadonga precedieron el gran batacazo. Hubo un antes y un después con el partido de Irún, una derrota (3-0) que hizo mucho daño y tras la que el equipo encadenó siete jornadas sin perder. “Estamos en el camino equivocado si nos creemos que por llevar la camiseta del Dépor y el escudo vamos a pasearnos en esta categoría, lo tenemos jodido”.
A principios del mes de dicembre llegó el primer ultimátium de la temporada para Idiakez. El equipo coruñés se plantaba en el Johan Cruyff con tan solo diecinueve puntos en catorce jornadas y apenas cuatro victorias. El técnico, obligado a ganar, se jugaba su continuidad en el Deportivo. Poco después de sobrepasar los primeros quince minutos de juego Pau Víctor adelantó al conjunto azulgrana, pero Villares en el minuto 30 subió el empate al marcador. Cuando ya parecía que el partido estaba sentenciado y que el resultado dejaría en el alambre al entrenador vasco, Davo anotaba en el minuto 94 a pase de Lucas Pérez y conseguía una victoria milagrosa y una vida extra para Imanol.
Pero no iba a ser la única vez que Imanol se iba a jugar su puesto en el banquillo blanquiazul. Apenas dos jornadas después, tras ser eliminado por el Tenerife de la Copa del Rey en Riazor (2-3) y empatar contra el Sestao River (1-1), Imanol no conseguía terminar de encajar las piezas y que las cosas comenzaran a funcionar adecuadamente, y se marchó al partido ante el Arenteiro en O Carballiño dejando una maleta pequeña llena en la puerta de su casa para irse a pasar unos días a San Sebastián por Navidad si ganaba, y una grande vacía por lo que pudiera pasar si no conseguían la victoria. Y a pesar de que otra vez los blanquiazules comenzaron el encuentro perdiendo, precisamente fue Davo quien volvió a salvar el puesto del técnico con dos goles en la segunda parte.
Tras las vacaciones de Navidad comenzó la que problablemente haya sido una de las mejores etapas de Idiakez como entrenador. Tras vencer a la Real Sociedad B en Riazor (2-1), el equipo cayó en León ante la Cultural (1-0), pero ese partido quedó marcado para siempre en la mente de todos los deportivistas. Y no por la derrota, sino porque esa iba a ser la última vez que el Dépor iba a perder esa temporada.
Tras perder en el Reino de León, los de Idiakez se sumergieron en una buena racha que comenzó con siete partidos consecutivos sin conocer la derrota y cerrando la temporada con 17 victorias y 4 empates hasta proclamarse campeones de la Primera RFEF. Después de derrotar al Castellón tanto en el partido de ida como en el de vuelta, el Dépor finalizó la campaña 23/24 de la mejor manera posible y en un escenario que le permitió sacarse una espinita del pasado ya que precisamente en Castalia fue donde justamente un año atrás habían perdido la eliminatoria para pasar a la final del playoff de ascenso a Segunda División.
Y 17 partidos después, Imanol tocó al gloria junto al Dépor el 12 de mayo de 2023. Tras vencer al Sestao River en Las Llanas con un gol de Lucas Pérez de penalti, al conjunto coruñés solamente le quedaba conseguir la victoria justamente ante el equipo ante el que unos meses atrás podía haberse terminado todo para Imanol. El Barça B llegaba a un Riazor abarrotado con más de 30.000 personas con el mismo objetivo que el Dépor, ganar para continuar en la lucha por el ascenso. Pero un gol de falta de Lucas en el minuto 57 fue suficiente para lograr un objetivo que cinco entrenadores habían perseguido sin éxito antes que Imanol: el Dépor volvía al fútbol profesional cuatro años después.
Gracias a lograr el objetivo del ascenso, el técnico selló su renovación automáticamente hasta julio de 2026, pero siempre dio la impresión de que en el final de la temporada pasada se había distanciado de la dirección del club. En lo que va de temporada había confiado en la base de futbolistas que le quedaban de la campaña anterior y varios de los refuerzos del pasado verano apenas disponen de minutos.
Aunque en mayo parecía impensable ver salir a Imanol de Abegondo con una bolsa de basura que escondería sus pertenencias, apenas cinco meses después del ascenso esa imagen se ha producido en la mañana de este lunes. Tras una larga reunión de comisión deportiva del Dépor después de caer ante el Racing de Santander en Riazor (1-2), actualmente líder de LaLiga Hypermotion, el club ha tomado la decisión de destituir al técnico y terminar de esta manera su etapa en A Coruña.