Le ganó la partida el Marino de Luanco al Fabril, al menos en esta temporada. En la primera vuelta, los asturianos se quedaron los tres puntos merced al doblete de Óscar (2-0); en la segunda, ya en Abegondo, los blanquiazules, una vez más, fueron incapaces de batir la meta defendida por Dennis Díaz. Hubo reparto de puntos, uno para cada uno (0-0), en un partido en el que el Fabril se quedó con la miel en los labios. Solo la falta de acierto privó al conjunto dirigido por Manuel Pablo de saborear el triunfo.

Sin embargo, un punto siempre sabe mejor cuando significa entrar a los puestos de playoff. Y es que la derrota del Salamanca (0-3) a manos del Llanera, hizo un favor al filial deportivista. Con un partido menos en su casillero —ante el Compostela, aplazado en su día por cuestiones meteorológicas—, el Fabril ya duerme en la zona que hace soñar con el ascenso. Y eso hace que el punto ante el Marino sepa un poco mejor. Sobre todo después de tener la sensación de poder haber cosechado tres puntos.

En el minuto 88 parecía que llegaba la recompensa merecida del Fabril por medio de su máximo artillero, Kevin Sánchez. Por fin el esférico sobrepasaba la línea de la portería. El problema vino justo después, cuando el linier levantó la bandera al interpretar que el delantero estaba adelantado. Fuera de juego que mantenía el 0-0 que sería definitivo.

Es la octava vez que el filial deportivista no consigue ver puerta en lo que va de campaña, aunque esta vez lo hizo con el pequeño premio de entrar en los playoff.

Para mantenerse en esa zona, objetivo de cara a final de temporada, los blanquiazules tendrán que ganar, el próximo domingo (12.00 horas) al Escobedo. A los cántabros, que luchan por salir de la zona roja, solo les vale el triunfo.