Por el 0-0 podría parecer que se cumplieron los temores de Manuel Pablo, que hablaba en la previa de que su Fabril no podía contagiarse del ritmo pausado del Marino de Luanco, pero lo cierto es que en muchas fases del choque se jugó a lo que quiso el filial blanquiazul, al que solo la falta de acierto le privó de marcar goles. También tuvo las suyas, aunque menos, el conjunto asturiano. Al final, un empate sin goles que permite al Deportivo B dormir en puestos de playoff de ascenso a Primera Federación, posición que mantendrá si el Salamanca UDS no suma ante el Llanera.

El Fabril presentó dos novedades en su once inicial con respecto a la contundente victoria de la pasada jornada ante el Langreo. Kevin Sánchez ocupó la delantera en lugar de Bil Nsongo y Pablo García partió como lateral derecho. Eso sí, a la media hora sintió molestias físicas y debió ser sustituido por Mardones.

El guión parecía claro, balón para el Fabril y el conjunto asturiano esperando su momento para salir a la contra. Dicho y hecho, incluso de forma más marcada de lo previsto durante los primeros 45 minutos, con un Marino ordenado en su 4-4-2 que tuvo escasas apariciones en ataque.

Para empezar fuerte, la primera ocasión fue ya muy clara. Nació de una gran acción por banda derecha que inició Pablo García con un pase en profundidad hacia Guerrero, quien sacó un centro de primeras que remató en ventaja, pero mordido, Kevin y sacó Dennis. Apareció Manu Ferreiro en segunda jugada, pero entre un central y el veterano portero evitaron que acabara en la red.

Combinaba bien el filial, encontrando la forma de abrir la defensa con triangulaciones por los costados. Había velocidad y se sucedían los acercamientos de los locales, que volvieron a probar a Dennis con disparos de Fabi y Kevin. También se estaba moviendo muy bien por dentro Manu Ferreiro, capaz de imaginar un pase hacia Alfaro que no tienen todos los futbolistas en la cabeza. Con un punto menos de potencia, habría dejado al centrocampista en posición franca para marcar.

Como es lógico en este tipo de contextos, el Fabril perdió un poco de velocidad de juego en el último cuarto de hora de la primera mitad y el Marino lo aprovechó para estirarse un poco más y disponer de una ocasión. Aunque fue la única antes del descanso, perfectamente pudo suponer el 0-1. Adolfo encontró camino por banda izquierda, cedió para Álex Arias y este vio en el punto de penalti a Óscar, que intentó colocar su disparo pero se topó con el pie de Iker Vidal.

Un calco

Con algún ligero matiz, la segunda mitad fue muy parecida. Incluso en que tras fallar varias ocasiones el Fabril, el Marino pudo llevarse los tres puntos al final. Quizá lo único distinto es que esta vez la primera llegada fue para el equipo visitante. Un aviso de que no necesitaba mucho para generar, ya que le bastó un centro desde banda derecha de Óscar que Isma Cerro remató fuera con la cabeza.

Tras ello, volvió a merodear área el Fabril, que ante la dificultad para abrir la defensa rival lo probaba también desde fuera del área. Ahí la zaga también estaba segura para repeler el disparo con zurda de Guerrero.

El propio extremo ferrolano la tendría poco después muy clara. Tras un robo en posiciones avanzadas, el balón llegó a un Kevin que habilitó a Guerrero, quien se generó bien el hueco para el disparo e incluso lo dirigió bastante bien y con potencia, pero no lo suficiente como para batir a un Dennis muy inspirado durante toda la tarde-noche.

Cuando no era Guerrero era Kevin, que unos minutos después recibió un pase de Alfaro y, libre de marca, cruzó en exceso su disparo, quizá consciente de que necesitaba ajustar mucho para batir al guardameta. 

Manuel Pablo realizó un cambio valiente, pasando a jugar con dos puntas con la entrada de Bil, pero no había forma. Además el rival era el típico equipo que a la mínima deja un aviso, como en un saque rápido de falta que terminó con un disparo fuera de Óscar.

Quien más lo merecía, eso sí, era el Fabril, que dispuso de la siguiente. Guerrero superó a su par por velocidad, apuró línea de fondo y encontró a Alfaro, que no imprimió la suficiente fuerza a su disparo. En el rechace, algo escorado, apareció Kevin, quien volvió a estrellarse con Dennis. El guardameta paraba las difíciles y las fáciles, como una acción posterior en la que el cabezazo del delantero burgalés salió muy centrado.

Triple cambio y gol anulado

Como última bala, el técnico del Dépor B optó por introducir a Carreira, Quique Fernández y Mane, con la idea de atacar de otra forma tanto por dentro como por fuera, pero no serían ninguno de ellos los que protagonizarían la jugada que pudo cambiar el signo del encuentro.

Corría el minuto 88 y un remate de Kevin a centro de Manu Ferreiro terminó por fin dentro de la portería. Con suspense, tras dar antes en uno de los palos. El problema es que el linier interpretó que el delantero estaba adelantado y levantó la bandera.
 

Pudo ser peor, porque en el descuento llegó la más clara de todo el partido para el Marino, agazapado siempre en busca de su momento. Álex Arias y Óscar pusieron a prueba a un inédito hasta entonces Alberto Sánchez, que respondió bien, e incluso hubo un tercer disparo en la misma acción que se marchó alto.