Para volver a visualizar el último gol del Deportivo en Liga F hay que rebobinar hasta la jornada seis. Fue en el minuto 58, en Riazor, ante el Madrid CFF. La autora fue Millene y su diana sirvió para darle la primera y última victoria, al menos hasta ahora, desde el regreso de la escuadra herculina a la máxima categoría. Más de 300 minutos lleva la afición deportivista sin celebrar un tanto. El problema con el gol es evidente y mirar hacia otro lado solo supondría más problemas, porque las jornadas pasan y el Dépor no logra puntuar.
Tras rendir por encima de las expectativas ante los mejores equipos de la competición en las dos primeras jornadas ligueras (Barcelona y Atlético de Madrid), ahora parece que la escuadra no encuentra un rumbo fijo que seguir. El equipo está yendo de más a menos y, aunque la temporada es larga, lograr la salvación es una tarea que se logra partido a partido.
El principal hándicap al que se tiene que enfrentar el Deportivo es el salto de categoría que supuso el ascenso. En Primera Federación, los partidos iban a un ritmo con el las jugadoras estaban cómodas. En Liga F se juega más rápido y muchos de los duelos requieren un poderío físico mayor. La máxima categoría obliga a cambiar el chip, sobre todo cuando el equipo estaba habituado a tener muchas ocasiones.
A las futbolistas deportivistas les cuesta llegar al área rival con la contundencia necesaria para crear peligro. Como prueba, está la única victoria liguera, que llega gracias a un gol de Millene con un disparo desde más de 25 metros.
En las nueve jornadas disputadas por el conjunto herculino, mantienen una media de 9,5 remates por partido, de los cuales solo 3,5 van entre los tres palos, dato que pone de manifiesto la dificultad que están teniendo para llegar a la portería rival con claridad.
A estas alturas, en su primera temporada en Primera División (2019-20), en su casillero de goles a favor ya había 19. Incluso en su segunda campaña en la máxima categoría (2020-21), cuando firmaron un mal arranque con nueve derrotas consecutivas, tuvieron mejores números que en esta: siete goles en nueve jornadas.
Irene Ferreras no consigue dar con la tecla que permita al Deportivo abrir la lata de los goles. A lo largo de esta temporada, ha ido probando a diferentes futbolistas en la referencia del ataque: Millene, Ainhoa Marín, Bárbara Latorre, ADT, Oriana Altuve, Patrícia Hmírová, Olaya Enrique e incluso Michi Apóstol, debutante el pasado domingo ante el Espanyol.
Algunas con más minutos que otras, pero todas ellas comparten la misma particularidad: ninguna es una goleadora pura, de esas a las que se les caen los goles de los bolsillos.
Es cierto que jugadoras como Ainhoa o Millene han firmado temporadas con buenos números con la elástica blanquiazul. Sin ir más lejos, en la 2023-24, la brasileña hizo 16 dianas en 25 partidos en Liga, mientras que la catalana logró cinco en 26. Pero la realidad es que ninguna destaca por ser una delantera nata con un olfato goleador excesivo.
La que más se acerca a ese perfil es Oriana Altuve. Sin embargo, la venezolana no termina de hacerse hueco en el equipo y, en competición liguera, tan solo suma 44 minutos repartidos en seis encuentros.
Jugar en un escenario como Riazor siempre es una buena noticia y una señal de avance, pero la realidad es que las futbolistas de la Liga F aún no están acostumbradas del todo a jugar en dimensiones considerables como las de los grandes estadios, pues la mayoría de los equipos disputan sus duelos en las ciudades deportivas. Y los encuentros jugados en el templo blanquiazul ponen de manifiesto esa diferencia.
De los siete equipos que han pasado por el césped de Riazor en esta temporada, solo tres han logrado meter más de un gol en sus respectivos choques. Uno de ellos fue el Barça (3), habituado a disputar algunos partidos en el Camp Nou; otro, el Athletic Club (2) en el choque más abierto que jugó el equipo herculino hasta la fecha. Y el último que ha conseguido sobrepasar la cifra de una diana es el propio Deportivo (2), precisamente ante las leonas, en la cuarta jornada.
Como referencia está la única vez que el equipo volvió a Abegondo esta campaña. Fue en la tercera ronda de Copa de la Reina, y las de Irene Ferreras golearon 3-0 al Betis; al mismo conjunto al que no logró hacerle ni un solo tanto en Riazor en un choque que acabó con un empate a nada.