“Aunque no era un objetivo al principio de la temporada, ahora no tiene sentido decir lo contrario. El grupo está muy ilusionado y concentrado para llegar a la fase de ascenso”. Pablo Aguirregabiria ya no esconde el objetivo del OAR Coruña.

Segundo clasificado en el grupo A de la Primera Estatal, el equipo herculino afronta el último tercio de la temporada regular con la liguilla por el ascenso a tiro. Suma 34 puntos, solo uno por debajo del líder, el Disiclín Lalín, después de la gran victoria del pasado fin de semana (34-25), y cinco por encima del Gourmet Ampate Lanzarote, tercer clasificado.

Solo los dos primeros clasificados de cada grupo (son seis) disputarán la liguilla por el ascenso a la División de Honor de Plata: una fase formada por tres grupos de cuatro equipos, con billete directo para el campeón de cada grupo.

Las opciones del OAR se dispararon con un inicio de año casi perfecto: seis victorias (Reconquista, Calvo, La Laguna, Gáldar, Ribadavia y Lalín) y un empate (Carballal).

Los precedentes son, además, favorables al OAR, que en la primera vuelta sumó ocho triunfos en los diez últimos partidos. Solo perdió en casa contra el Cañiza (23-24) y en la pista del Lanzarote (33-22), rival directo, aunque fue un partido marcado por el regreso del equipo coruñés después del confinamiento por el covid.

La recta final arranca el sábado en Redondela contra el SAR, un adversario que está en otra película. Tercero por la cola, necesita puntos para escapar de la zona baja: “Cualquier rival que está peleando por no descender es un peligro en estas últimas jornadas”, avisa Aguirregabiria, que sueña con devolver al OAR a Plata. Y con él sueñan la plantilla, el club y su afición.