No fue con el resultado deseado –lo ideal hubiese sido conseguir los tres puntos o, al menos, uno– pero el Bergantiños tuvo que aceptar empezar la temporada con una derrota en casa (1-2) ante la Gimnástica de Torrelavega. Pero, ¿cuál fue la puesta en escena del equipo de José Luis Lemos en la primera jornada de liga?
Una de las principales incógnitas del primer encuentro de la campaña era, precisamente, conocer el primer once inicial por el que apostaría el entrenador santiagués del Bergantiños. El míster de 52 años fue dando pistas a lo largo de la pretemporada, sobre todo en los últimos choques de preparación, y podía intuirse un once tipo. Lo que estaba claro es que Lemos jugaría con el 1-4-2-3-1 que repitió una y otra vez a lo largo del verano.
Tampoco había muchas dudas en la portería porque Salhi estuvo ausente unos días dejando en bandeja la titularidad al carballés santiagués Santi Canedo. En el lateral derecho también se podría pensar que el elegido sería Dani Palomares, el único futbolista de la plantilla natural de esa posición sin contar a los juveniles Iago Astray y Dani Estramil.
Para la pareja de centrales había dudas. Eran tres los que tenían opciones –Brunet, Quindimil y Tomé– y Lemos optó por los dos primeros. En la elección entre Sellés y Espeso para el lateral izquierdo, el técnico del Bergan optó por el segundo. Para el doble pivote también había tres opciones –Uzal, Remeseiro y Meixús– y Lemos apostó por los que ya estaba en el equipo.
Para los extremos también había tres opciones principales –Boedo, Garrido y Pedrosa– eligiendo a los dos primeros. En la mediapunta actuó Adri Pérez y el delantero fue Carlos López, saltando al campo Dieguito y Garrido en el segundo acto, cuando el Bergantiños tuvo que llevar a cabo una propuesta más directa (1-3-4-3) por el mal estado del terreno de juego.