Centrocampista del Arosa
Mario Domínguez (4/4/2002, Cáceres) regresa el domingo a Abegondo, donde pasó las seis últimas temporadas en la cantera del Deportivo, siendo el capitán del equipo juvenil que se proclamó campeón de España. El Arosa visita al filial herculino (12 horas) en otra salida complicada al feudo de un rival directo por el ascenso. Si alguien conoce bien al Fabril y a su técnico Óscar Gilsanz, ese es Mario, que califica como “especial” la cita, pero sin ánimo de revancha en lo personal. El cacereño ha sido importante en las dos victorias.
¿Por qué se fijó el Deportivo en un infantil del Plasencia?
Cuando era infantil de primer año ganamos el campeonato de Extremadura y en mi segundo año quedé pichichi de la liga. Se fijaron varios equipos y representantes en mí. Para mi familia todo aquello era nuevo. Firmamos con un representante, que también era mi entrenador, y fuimos a ver la residencia del Deportivo. A mis padres les gustó y decidimos que me quedara.
Siendo aún cadete, ¿le cambió la perspectiva del fútbol?
Sí, entras en otra historia más profesional. Todo el mundo tiene representante y va a lo suyo. Tienes que estar atento, compites con tus compañeros para llegar lo más alto posible. Cambió todo, aunque yo estuve bien esos seis años.
En su último año de juvenil ganan la Copa de Campeones. Marca en la final ante el Barça de Gavi. ¿Cómo fue aquello?
Conseguimos algo que nadie esperaba, ni nosotros mismos. Fue una experiencia única. No solo ese año, también el siguiente al jugar la Youth League en Riazor. Fueron momentos que no se nos van a olvidar nunca.
Era el capitán de este equipo juvenil con Óscar Gilsanz, pero al año siguiente en el Fabril pierde protagonismo. ¿Qué pasó?
Gilsanz confiaba mucho en mí. Me llevaba bien con él y me sigo llevando. Me sorprendió que, siendo el capitán y jugándolo todo en juveniles, pasé al Fabril y estuve sin jugar prácticamente toda la primera vuelta. Al final acabé jugando, metiendo goles y siendo importante en el equipo para meternos en ‘playoff’.
¿Por qué no siguió allí si tenía un año más de contrato?
Pues porque me dijeron que no contaban conmigo. No quería estar en un sitio donde no me querían.
Brais Suárez, Barcia, Brais Val, Najera, Jairo... Muchos excompañeros siguen en el Fabril. ¿A quién destacaría?
Son excompañeros y son amigos, sigo quedando con ellos. Son muy buenos chavales. Brais el portero es muy bueno. Barcia siempre me ha gustado mucho, puede que sea el que más destaque, aunque Jairo también está muy bien. Después también está Padín, que me gusta mucho, pero lo tienen sin jugar...
¿Qué cambio nota en el Arosa respecto al Fabril?
A nivel juego no mucho, porque este año también queremos la pelota. Lo que más noto es que en el Fabril hay como más individualidades, muchos chavales que tienen calidad, y en el Arosa somos como más equipo. Vamos todos a una y sabemos lo que queremos. Puede parecer que no, pero esto es más serio que un filial. La mayoría de jugadores son mayores. En el último partido yo fui el más joven del once, mientras que el año pasado en el Fabril eso no me pasaba. Es diferente. Yo creo que maduras y aprendes más cómo es el fútbol en Tercera en un club como el Arosa. Con Luisito hay que apretar, pero son cosas que me vienen bien.
¿En lo personal el domingo tiene algo que demostrar?
No, solo tengo que demostrarme a mí mismo. No tengo que demostrar nada al Dépor ni a nadie de quién soy y de cómo juego. Es un partido obviamente bonito y tengo ganas de jugarlo, pero es un partido más. Estoy tranquilo y espero que las cosas se den de la mejor forma para el Arosa. Lo importante es el equipo.
Dos victorias en dos partidos, el comienzo deseado...
Hemos empezado bien, dejando la portería a cero. Es muy importante no encajar en esta categoría. Puede que no hayamos jugado bien, pero dice mucho del equipo que aún en los partidos malos consiga ganar.
En pretemporada le costó coger ritmo y después sufrió la lesión en una uña del pie. ¿Cómo se encuentra ahora?
No estaba acostumbrado a una pretemporada tan dura y exigente, pero la pasé y me vino bien. Después tuve lo de la uña, que me la quitaron. Me dolía al golpear el balón e incluso al andar. Pero ahora estoy bien, tratando de aprovechar descansos y entrenamientos a tope para llegar al 100 % el fin de semana.
¿Qué Fabril espera?
Pues un equipo que en Abegondo va a querer tener el balón y dominar. Pero también nos habrán estudiado. Nosotros tenemos claras las ideas que nos trasmite el míster.
¿Sigue vinculado a A Coruña?
Sí, allí tengo a mi hermano y a mis amigos y cada vez que puedo voy. Es una ciudad que me gusta.
¿Hay más exigencia de ascenso en el Arosa o en el Fabril?
Nosotros este año estamos muy tranquilos. Solo nos preocupa el fin de semana, no pensamos a largo plazo. Obviamente queremos lo que quieren seis equipos más, que es estar arriba. En el Fabril no se hablaba mucho de eso. La temporada pasada al final sí hubo un ambiente raro porque estábamos a cuatro puntos del descenso, pero jugamos play-off. No había mucha presión por estar arriba. En el Arosa tanto el club, la ciudad como el equipo tenemos un objetivo.
¿Qué tal el estreno liguero en A Lomba en cuanto a ambiente?
Muy bien, es algo que se lo comenté a mi familia y a mis amigos de A Coruña. Aquí se vive mucho el fútbol, con un ambiente tremendo. Me gusta. Es importante que la afición apriete porque en A Lomba noventa minutos se les hacen muy largos a los rivales.