Ni las importantes bajas de Elsa y Mona justo antes de empezar la temporada, ni las habituales ausencias de las internacionales con el ‘seven’, ni el goteo de lesiones, nada puede con el CRAT Residencia Rialta. El equipo coruñés se levantó de cada golpe para amarrar la permanencia en la División de Honor un año más. Y van 21.

Tenía que ganar la última jornada en el campo del Eibar y lo hizo. Eso sí, con una dosis extra de sufrimiento. Se adelantaron las locales a los cinco minutos, pero las coruñesas reaccionaron con dos ensayos y un golpe de castigo antes del descanso (7-17).

En la segunda mitad pareció sentenciar con una nueva marca, pero el conjunto vasco, que necesitaba ganar para agotar sus opciones de jugar el ‘playoff’ por el título, llevó al CRAT hasta el límite en un final emocionante (21-36).

Hasta luego, Helen

Doble emoción para Helen Roca, directora deportiva y entrenadora del equipo coruñés, que está embarazada y el próximo curso dejará el banquillo para centrarse en la crianza de su segundo hijo. “De momento voy a aparcar el campo y los entrenamientos, en principio por un año, pero seguiré vigilante por el bien del club y del rugby femenino”, advierte la preparadora.

Helen reconoce que “teníamos presión, pero también confianza plena en las jugadoras por la evolución de los últimos partidos para superar este escollo, aunque fue bastante duro”.

“Una vez más tengo que destacar lo valientes que son nuestras jugadoras. Sabíamos que las vascas son muy duras, juegan mucho con la delantera, pero la defensa que hicimos fue brutal”, analiza Roca, que repite la palabra “resiliencia” varias veces para resaltar el carácter competitivo de su equipo ante las dificultades.

“Es un orgullo ver a jugadoras que empezaron la temporada con nivel de regional y pocos meses después son protagonistas en División de Honor”, se felicita.

Visibilidad y patrocinios

Helen reconoce que mantener la categoría es muy importante para la viabilidad del proyecto: “Seguimos marcando la historia del rugby gallego y nacional desde nuestra esquina, con la carga física y mental que supone para nosotras por los viajes”.

La directiva del CRAT aprovecha también para criticar el “trato discriminatorio” de la Federación Española entre la selección masculina y la femenina: “Me parece vergonzoso que pasen las mismas cosas que hace veinte años. Nos toman por el pito del sereno”.