Los cerca de 1.500 seguidores que arroparon al RC Deportivo en el estadio Reino de León vivieron una jornada inolvidable, recibiendo por parte de la plantilla innumerables muestras de agradecimiento después del pitido final de la contienda; el deportivismo volvió a dar ejemplo dentro y fuera de un recinto deportivo, puesto que a lo largo del fin de semana en la ciudad leonesa no se registró ningún tipo de incidente entre las aficiones de la Cultural y del propio Depor. Una fiesta de auténtico fútbol en el que el tanto de Miku en los compases finales fue la guinda al pastel.