El Bergantiños no pudo añadir su nombre a la ilustre lista de matagigantes en la Copa del Rey. As Eiroas se quedó sin su Carballazo particular y se tuvo que conformar con dar la cara ante un Rayo Vallecano que volvió a llevarse una eliminatoria en el feudo del Bergan, como ya sucedió en la temporada 1987/88. El equipo madrileño se llegó a poner 0-2 a pesar de las buenas ocasiones de los locales en la primera hora pero Cano, con un zapatazo, añadió picante a los minutos finales hasta que Moreno sentenció en el tiempo añadido.

El ambiente fue inmejorable desde mucho antes del inicio del encuentro. A ello ayudó el homenaje que hizo el club a la plantilla del Bergantiños de la temporada 1987/88, que cayó en la Copa del Rey precisamente ante el Rayo Vallecano en la prórroga del partido de vuelta tras 120 minutos de juego trepidantes.

El Bergantiños de 2021 saltó al terreno de juego con rotaciones en su alineación respecto al último encuentro de liga frente al Navalcarnero. Brais Pereiro entró en el once en portería, Agulló lo hizo en el eje de la zaga, Brais en el lateral izquierdo, Uzal en el doble pivote, Boedo en banda y Escobar lideró al equipo en punta. El resto se mantuvo un partido más en la 1-4-2-3-1 inicial de José Luis Lemos.

Por su parte, el Rayo Vallecano hizo una revolución mayor en su once con la presencia de jugadores menos habituales como el portero Luca Zidane, Mario Suárez, Andrés Martín, Bebé o el canterano Iker Recio, entre otros. 

El Bergantiños comenzó el encuentro con personalidad. Se fue a presionar al Rayo en cuanto tuvo ocasión y protagonizó la primera oportunidad con un cabezazo alto de un bullicioso Escobar. Sin embargo, el equipo de Andoni Iraola fue bajando las pulsaciones del encuentro poco a poco. Los mediocentros Unai López y Pathé Ciss redujeron el ritmo del choque y el empuje de los locales con una circulación de balón pausada. 

De hecho, Pathé Ciss fue el que inició la jugada de la primera aproximación del Rayo, con centro de primeras de Mario Hernández y remate alto a botepronto de Pozo. Acto seguido, Andrés Martín pidió penalti en una acción con Brais Pereiro pero el portero local llegó antes y le arrebató el balón de los pies.

A pesar de la posesión del Rayo, el Bergantiños se resistía a meterse atrás y salía con velocidad en cuanto tenía ocasión. En uno de esos ataques, Yelco realizó una jugada individual e hizo cantar gol a los aficionados. Pero fue falsa alarma. El efecto óptico hizo que el esférico pareciese besar la red tras un tiro ajustado que se fue rozando el poste. 

El balón era de los visitantes pero las ocasiones eran locales. Un mal despeje de Mario Suárez lo puso en juego de nuevo Carlos López para un Remeseiro que, en una demostración de lo zurdo que es, remató de escorzo con la izquierda para obligar a Luca Zidane a hacer una parada de mérito.

El Bergantiños no era capaz de encontrar vías de juego cuando tenía que salir con el balón controlado desde atrás, pero sí tenía recursos para castigar los errores en el inicio de las jugadas del Rayo. Además, el equipo de Lemos apenas pasaba apuros en defensa con el transcurso de los minutos.

Bebé era la única fórmula que tenía el Rayo para profundizar. El extremo izquierdo recibía el balón, lo echaba en largo y buscaba el centro con la zurda. De esa forma provocó varias acciones a balón parado que despejó Agulló con solvencia.

Ya en el minuto 32, el Bergan tuvo la más clara de la primera parte. Un robo espectacular de Blas a Bebé desencadenó un centro del lateral, una dejada de Carlos y un movimiento de ‘9’ de Escobar para hacerse un sitio y pegarle a puerta. Todo bien. Pero estaba en la portería Luca Zidane, que sacó un pie salvador para evitar el tanto. En el rechace, Carlos pidió mano pero Mario Suárez tenía el brazo pegado al cuerpo.

A balón parado

Eran los mejores minutos del Bergantiños pero la diferencia de categoría se demostró en la contundencia en el área. El Rayo no perdonó en un córner en el minuto 37. Centro tenso de Pozo y remate desde el segundo palo de Mario Suárez, que apartó ligeramente a Remeseiro para cabecear con comodidad.

El tanto silenció As Eiroas y precedió el final de la primera mitad con la sensación de oportunidad perdida para el Bergantiños, que saltó tras el descanso con energía renovada y protagonizó de nuevo la primera ocasión. Boedo cazó un rechace en un córner y conectó un zurdazo a la media vuelta que se fue desviado por poco.

Diez minutos más tarde, Escobar puso de nuevo a prueba a Luca con un cabezazo abajo tras una gran jugada entre Yelco y Boedo. El Bergantiños seguía ofreciendo cierta sensación de peligro pero la película se repitió de nuevo en la segunda mitad con otro zarpazo del Rayo. Esta vez con un pase filtrado de Andrés Martín para el desmarque en profundidad de Pozo, que le regaló el gol a puerta vacía a Pathé Ciss.

El 0-2 obligó a reaccionar a Lemos, que decidió cambiar el sistema a un 1-5-3-2 con la entrada de Concheiro y Uxío por Brais Martínez y Boedo. Blas, Brunet y Parga cerraron atrás; los carriles fueron para Yelco y Cano; Uzal, Remeseiro y Concheiro por dentro, y arriba la dupla Uxío-Escobar. 

Emoción hasta el final

Los minutos tras el cambio táctico fueron algo caóticos para el Bergan, que sin embargo aguantó sin encajar y logró asentarse de nuevo en el encuentro. De hecho, se metió de lleno en el partido con el gol de Cano. El extremo recibió el cuero en la frontal, tras una dejada de Escobar y una bonita acción de Uxío, y soltó un latigazo que le dobló las manos a Luca. 1-2 y estallido de la grada de As Eiroas al grito de ‘sí, se puede’.

Después del tanto local emergió la figura de Brais Pereiro para mantener con vida al Bergantiños. Primero hizo un paradón a Nteka y, acto seguido, se hizo gigante en un remate a bocajarro de Bebé. El sueño todavía era posible.

Sin embargo, ya en el tiempo añadido, Brais Pereiro solo pudo alargar unos segundos más la emoción al detener un mano a mano a Bebé. El rechace lo cazó Moreno y sentenció la eliminatoria a puerta vacía.