Exfutbolista del RC Deportivo (86-89) y Real Valladolid (89-91), Jesús ‘Chuchi’ Hidalgo se ganó el afecto de los aficionados blanquiazules a finales de los años ochenta a base de casta y corazón.

Su progresión en la escuadra herculina le guió al Real Valladolid de Primera División, en donde llegó incluso a disputar la Recopa de Europa —de la mano de técnicos de la talla de ‘Pacho’ Maturana—.

Desde Ourense, en donde se ha afincado desde que colgó las botas, sigue con suma atención las evoluciones de un Depor del que se siente un aficionado más y elogia la apuesta austera pero eficaz de la directiva en la presente campaña 21-22.

¿Cómo discurre tu vida en la actualidad?

Sigo trabajando como comercial en Maderas Rías Baixas, es un negocio familiar pero que se está ampliando a Madrid, Canarias, Murcia...

¿Sigues vinculado con el mundo del fútbol?

Antes de la pandemia estaba entrenando al Bande y a otros equipos de la zona pero tuvimos que parar; hace un mes cogí el banquillo del Covadonga, el equipo de mi barrio, y ahí estamos con los chavales. Estamos pendientes de las restricciones, con muchas precaciones, y vamos matando el gusanillo. De este club salieron grandes futbolistas de la zona como Pataco o Dacosta.

Nunca en la vida pensé que el Deportivo volvería a 2ªB;

ha sido un palo durísimo

¿Sigues viniendo a Riazor regularmente?

Desde el virus no he vuelto porque no hubo mucha posibilidad pero mi idea es volver cuando vaya a Riazor el Real Unión de Irún, donde me formé como futbolista, en el mes de febrero de 2022.

¿Qué sensaciones te está dejando este Deportivo?

Lo veo a través de footters y, al contrario del año pasado, tras el trauma del descenso el equipo funciona ahora mejor. Nunca en la vida pensé que el Depor volvería a Segunda B. Los que sentimos los colores hemos recibido un palo durísimo. El año pasado empezamos muy bien pero el equipo se lo creyó demasiado. Este año el Depor está haciendo las cosas con sentido común y la sencillez triunfa en este deporte.

El juego no está siendo de campanillas pero está funcionando como un bloque...

Es que al noventa por ciento o el cien por ciento de los deportivistas que no nos pregunten por si hemos jugado bien, mal o regular. Se trata de salir de ahí cuando sea y volver al fútbol profesional cuanto antes porque no hay distancias. Entre los clubes competitivos de Primera RFEF y todos los de Segunda no hay distancias; lo estamos viendo en clubes como el Ibiza o incluso en el Amorebieta.

Para mí el club tiene el 70% de opciones de ascenso, se ha ganado el respeto

El domingo llega otro filial a Riazor...

Mi opinión es que no deberían jugar los filiales en el fútbol profesional, los 42 equipos deberían ser independientes.

¿Cuáles son tus mejores recuerdos en el Depor y en el Valladolid?

Es que en el Depor verdaderamente todo es bueno, fui muy querido allí, tengo un recuerdo primoroso. El Valladolid, de hecho, me fichó tras un gran de temporada que hice en el Deportivo, con la semifinal de Copa con el ingrato arbitraje de Soriano Aladrén. Si el Depor hubiera pasado a la final seguro que seguiría en Coruña. En el Valladolid estuve dos años y pude jugar la Recopa. Competía con hombres como Moya, Fonseca, Alberto, Onésimo...

¿Qué puede pasar el domingo en Riazor?

La base del éxito del Depor es no confiarse ante nadie y el equipo ya sabe que un mal día, como ante el Bilbao Athletic, te complica. Espero que el Depor gane bien.

¿Qué porcentaje de opciones de ascenso le ves al club?

Con 70 puntos puede marcarse el ascenso directo; para mí tiene el 70 por ciento al menos, se ha ganado el respeto.