El Silva se impuso el pasado domingo en A Grela al Alondras (1-0) exhibiendo una considerable solidez defensiva cimentada en gran medida en la gran actuación de una inusual pareja de centrales. Una dupla formada por el veterano Antonio López Ameijenda (A Coruña, 12 de junio de 1982) y el joven Nico Clouston Juane (A Coruña, 7 de enero de 2002), que bien podrían ser padre e hijo ya que sus fechas de nacimiento están separadas por casi 20 años. Más concretamente por 19 años, 6 meses, y 24 días.

A pesar de la diferencia de edad –Antonio tiene 39 años y Nico aún no ha cumplido la veintena–, se compenetraron a la perfección y desconectaron el ataque del equipo vigués con la inestimable ayuda del resto de compañeros del conjunto coruñés.

Sin tres centrales

Javier Bardanca, técnico del Silva, sorprendió alineando en A Grela una defensa con dos centrales después de haber utilizado habitualmente un sistema con tres durante las últimas temporadas. La pareja Antonio-Nico estuvo acompañada en los laterales por Brais Lema en la banda derecha y Parafita en la izquierda

Juego aéreo

Antonio y Nico estuvieron impecables en las acciones de juego aéreo tanto en su área como en otras zonas del campo. Frenaron al Alondras cuando buscó jugar directo sobre el delantero Manu Vilán y también despejaron varios balones comprometidos en jugadas a balón parado y en centros laterales.

Atentos al corte

Antonio exhibió una mayor contundencia cuando tuvo que anticipar y salir al corte, pero Nico también se mostró solvente en ese apartado. Incluso se permitió en algún momento salir con el balón jugado después de robárselo al rival.

A campo abierto

El Alondras no tuvo opción de correr a la espalda del Silva. Antonio desbarató varios ataques haciendo coberturas a sus compañeros y Nico tampoco sufrió ante los desmarques de Manu Vilán, Cacheda, Javi Pereira y compañía.

El Alondras solo pudo recibir un balón con ventaja a la espalda de Nico, pero el central recuperó la posición para incomodar la definición de Mauro.

La ayuda de Máquez

Manu Máquez, ex del San Tirso, jugó como mediocentro junto a Álex Lorenzo y fue clave en la victoria. No solo participó de forma determinante en la jugada del 1-0 cabeceando el balón al larguero antes del remate definitivo de Joao Paulo, sino que fue el mejor amigo de la pareja de centrales.

El pivote se incrustó entre Antonio y Nico, sobre todo para defender balones aéreos frontales, y ensució el juego interior del Alondras facilitando las tareas defensivas de la zaga coruñesa.

Comunicación

Antonio, con experiencia en categorías superiores e innumerables partidos a sus espaldas, se encargó de liderar la zaga y guiar a Nico, vigente campeón de España juvenil con el Deportivo. Además de mantener recta la línea formada por los cuatro defensas, Antonio también avisó a Nico en varias ocasiones para que librara unos metros por detrás cuando él tenía fijada una marca.

Acciones puntuales

El ex del Deportivo se llevó un golpe en la cara, tras un despeje, fruto de un choque con un impetuoso Javi Pereira, mientras que Antonio cortó en la primera mitad un pase filtrado que dejaba solo ante Ríos a Manu Vilán.

Fueron acciones puntuales en medio de una actuación prácticamente impecable de la atípica pareja de centrales del Silva. Les separan casi dos décadas en sus carnés de identidad pero en el campo fueron una sociedad perfecta.