Severino Amarelle, Tito Villar, José Mañana, Víctor Sieiro, Tono Lagares. Viaxes Amarelle, Balonmano Coruña, Karbo, Sal Lence y Autopistas Compañía. Cada oveja con su pareja, cada padre con su criatura.
Seguro que me dejo en el tintero otros a hombres importantes en la historia del deporte femenino de nuestra ciudad. Pido perdón. Ellos son los que tuve el placer de conocer, a ellos y a sus historias, historias de sacrificio y de empeño, historias de risas y lamentos, momentos de festejos y decepción. Lo excepcional es que, al día siguiente de todo esto, ellos eran los primeros en estar al pie del cañón para volver a empezar.
Hay varios denominadores comunes entre ellos. Cinco apasionados de su deporte, pacientes como el santo Job, psicólogos autoformados, batalladores por la dignidad de la mujer y sobre todo entusiastas.
La semana pasada falleció Severiano, el hombre que elevó el nombre de Santa Comba a los altares del fútbol sala gallego. De su localidad natal dio el salto a A Coruña y supo lo que era tocar el cielo, el sueño hecho verdad, jugar en categoría nacional con su Amarelle. La de kilómetros que hizo el presi trayendo y llevando jugadoras en su furgoneta. Y la de dinero que se dejó en el camino. Eterna gratitud para un hombre de fuerte pronto y descomunal corazón.
Hablar de Tito Villar es hacerlo de un ser especial. Solo hay que escuchar a sus jugadoras para saber la impronta que dejó en todas ellas. Auténtica devoción. Un mago, capaz de hacer posible lo imposible. Porque solo con magia y una destreza natural se lleva a un equipo de balonmano femenino coruñés a la máxima categoría nacional. Se fue Tito y todo desapareció.
Difícil me resulta mencionar a José Mañana. En lo personal, un padre, un amigo. Como entrenador del Karbo, el artífice del gran éxito histórico del deporte coruñés a nivel nacional, orgullo solo compartido con el Liceo de la época. Mañana era técnico, preparador físico, utillero, responsable de prensa, ojeador….simplemente todo.
En la misma línea se movió otro hombre fundamental en esta historia de hombres fundamentales. Víctor Sieiro. Él se inventó un equipo en un colegio de Os Castros y lo elevó a lo inimaginable. El Sal Lence, de la mano de Víctor y Castillo, se dedicó a dar lecciones de fútbol sala por España adelante durante un buen número de temporadas. Persona de 10, luchador, metódico y entrañable.
Tono Lagares es baloncesto con mayúsculas, pasión, colegio, niños y niñas… Y por supuesto Autopistas Compañía de María. Qué recuerdos aquellas temporadas doradas del básquet femenino coruñés en la pequeña y resbaladiza pista de Compañía. Y Tono, siempre ágil con la tablilla, sacando lo mejor de cada una de sus jugadoras y mostrando la cara respetuosa y educada del deporte.
Seguro, seguro, que hay otros grandes hombres que han ayudado al deporte de la mujer en la ciudad. Yo solo pretendía recordar a estos cinco, cinco grandes e irremplazables. Gracias por tanto!!!!
Salud y suerte.