No es el único equipo de la categoría con campo de hierba artificial, sí el único gallego en la Segunda RFEF. El Bergantiños ha dado un salto importante con el último ascenso a pesar de que seguirá compitiendo en el cuarto peldaño del fútbol español. Y aunque tal vez con poderío, le faltará glamour. El de As Eiroas no es un campo de nivel. Mal orientado, lo que provoca que haya mucho viento en el terreno de juego en ciertas épocas del año, y con césped sintético, el Bergantiños se merece algo mejor ahora que es uno de los clubes gallegos más potentes y valorados.
Teniendo en cuenta las cuatro categorías más importantes del fútbol nacional, el Bergantiños es el único equipo gallego que no tiene un campo de césped natural. Lógicamente, el Celta, en Primera; el Lugo, en Segunda; y el Deportivo, en Primera RFEF pero con una historia al alcance de muy pocos, tienen estadios.
También de Primera Federación el Racing de Ferrol (A Malata) y el Celta B (A Madroa) cuentan con tapetes tradicionales. Y ya en el escalón del Bergantiños, el Compostela (Verónica Boquete), el Arosa (A Lomba), el Pontevedra (Pasarón), el Coruxo (O Vao) y el Arenteiro (Espiñedo) tampoco tienen terrenos de plástico. Por tanto, el Bergan será el único representante gallego en la Segunda RFEF sin presumir de campo de hierba natural.
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Según ha podido conocer este diario y según ha confirmado también el presidente del Bergantiños, el equipo carballés está en negociaciones con el Concello para que se inicie un proyecto mediante el club el Bergan pueda contar en un futuro no muy lejano con un campo de hierba natural.
La idea es que sea en las proximidades del casco urbano. Pero las cosas de palacio van despacio y, por lo de pronto, seguirá en As Eiroas.