El nuevo proyecto del Real Unión de Irún, liderado por la familia Emery, con Igor —hermano de Unai— como presidente del club, pero con el técnico del Villarreal ayudando desde la distancia, nace con el objetivo de “consolidar y reforzar” a un club histórico con 106 años de historia, cuatro presencias en Primera División y cuatro títulos de Copa. Pese a su pasado dorado, la entidad irundarra no pisa la máxima categoría desde 1932 y solo ha competido en el fútbol profesional en una ocasión desde 1965. Fue en la campaña 2009-10, en la que el cuadro vasco, entrenado por Iñaki Alonso, quedó penúltimo en Segunda División.
“Para enfocar el presente y el futuro, vemos imprescindible recordar el pasado. Porque fueron, somos; porque somos, seremos”, comenzaba Igor Emery su alocución el pasado 18 de junio, cuando presentó el nuevo proyecto.
Una familia vinculada a la entidad ‘txuribeltz’ desde siempre, con varios miembros que vistieron la camiseta blanquinegra, incluido el abuelo del actual presidente del club y de su hermano Unai, el portero Antonio Emery Arocena ‘El Pajarito’, una de las máximas leyendas durante la década de 1920, la de mayor esplendor de un conjunto en el que jugaron otros futbolistas importantes como Roberto López Ufarte o el exentrenador del Deportivo Javier Irureta.
“Tenemos que crear un sentimiento de pertenencia y despertar a esos unionistas dormidos”, señalaba el mandatario del club.
El objetivo a corto plazo de la escuadra irundarra es conseguir la permanencia en la Primera RFEF. Para ello, la nueva directiva ha confiado en Aitor Zulaika, técnico que cumple su segunda campaña al frente del Real Unión y que el pasado curso dirigió a los blanquinegros hacia la nueva categoría.
El entrenador guipuzcoano cuenta con doce futbolistas que integraron el bloque del curso pasado: Jon Irazustabarrena, Gexan Elosegi, Iván Pérez, Gorka Kijera, Mario Capelete y Ekhi Bravo, quienes tenían contrato en vigor; Ekhi Senar, Quique Rivero, Jagoba Beobide y Sergio Llamas, que han renovado con la entidad vasca; y Anatz Elizondo y Kun Temenuzhkov, que continuarán cedidos por la Real Sociedad y el Leeds United, respectivamente.
Además, el portero Patrick Sequeira, que actualmente está concentrado con la selección de Costa Rica disputando la Copa Oro de la Concacaf, debe regresar al equipo irundarra tras su cesión al Celta el pasado curso. Sin embargo, no está claro que el guardameta ‘tico’ vaya a quedarse en la plantilla del Real Unión.
Al grueso del bloque de la pasada campaña se unen ocho fichajes: los centrales Erik Ruiz y Barbu; el lateral derecho Miguel Santos; el mediocentro Albert Vivancos; el extremo derecho Nacho Sánchez; el delantero Mikel Pradera; y el extremo izquierdo Aitor Seguín, quien recala libre en la escuadra blanquinegra, tras desvincularse del Athletic Club.
Seguín era una de las mayores perlas de Lezama, pero las constantes lesiones en la rodilla derecha truncaron su progresión. De hecho, estuvo a punto de dejar el fútbol y pedir la invalidez. El atacante eibarrés de 26 años volvió a sentirse futbolista en el Barakaldo, donde jugó cedido las dos últimas temporadas. La pasada, disputó 26 partidos en Segunda B y marcó siete goles.
A un mes y medio para que arranque la temporada 2021-22, la plantilla irundarra ya está prácticamente cerrada, pendiente de alguna pincelada, como la llegada de un delantero centro que asegure un buen número de goles y un centrocampista ofensivo