Alberto González, alcalde de Valdoviño, lleva agua de su mar por las venas. Ya se perdió la cuenta de los rescates que ha hecho en A Frouxeira como socorrista. Apartado del agua hasta que se recupere de una operación realizada hace unos meses, echa de menos zambullirse, pero no con tabla (ni con aquel ‘paipo’ verde y amarillo de los 80’) “no estoy en condiciones”, sonríe con humor, “siempre fui más de aletas”. Cierto es, viajan siempre en su maletero y ya las ha tenido que utilizar “hasta en invierno”.
Y como hombre de playa y de olas, rezuma Pantín Classic. “Trabajamos desde que finaliza una edición, desde que se baja el telón. Al día siguiente ya estamos pensando en cómo mejorar. Son muchos factores, a demás de la propia edición de la liga mundial, requiere mucho tiempo”.
El despliegue estos días en Valdoviño es total. “Pantín Classic es el único Evento de Interés Turístico Deportivo de Galicia. Exige el trabajo de todos de los servicios del ayuntamiento porque hay necesidades de los participantes y del público que viene a Valdoviño. Un público que se encuentra con una referencia deportiva pero con un entorno, un paisaje, territorio, en definitiva, que exige mucho a todas las áreas municipales porque hablamos de miles de personas”, comenta.
Con todo marcado por la Pandemia, Pantín se prepara para recibir uno de los eventos con más público de Galicia.
“Como a día de hoy se puede cuantificar, hay 2.800 personas acreditadas para poder acceder al evento. También se puede acudir libremente a la playa, un arenal que admite miles de personas, siempre recordando su condición de Espacio Natural Protegido. Pantín es una zona idónea para el público, también porque los vecinos hacen un esfuerzo, ceden terrenos para aparcamientos o, por ejemplo, el servicio público de autobuses baja hasta la playa. Es cómodo para el espectador y en ello también nos volcamos”.
Hablamos de un concello con muchas playas, distintas, desde un arenal inmenso hasta una ría interior o una bajo cantiles. Frouxeira, Vilarrube, Campelo... “Lo bueno de Valdoviño es que, de las 17 playas, siempre hay una que posibilita la práctica del surf independientemente del estado del mar. Ahora está ‘plano’ en otros sitios y en Pantín (donde está Alberto) veo a dos escuelas de surf trabajando. Tenemos la capacidad de tener 365 días aptos para este deporte. Hay momentos de temporal en que Villarrube es una alternativa... De hecho queremos certificar las playas como espacios deportivos, como si fueran estadios. Estamos trabajando en crear un Centro de Alto Rendimiento y en dar las mejores instalaciones a nuestros deportistas, en facilitarles la labor. Al igual que un partido de fútbol se disputa, por ejemplo en Riazor, los deportistas necesitan de estos escenarios. Este año, además, el surf es olímpico y por aquí estarán varios deportistas que se juegan estar en Tokio. Es un deporte de elite y queremos que Valdoviño aporte todo lo que necesitan para crecer y mejorar”, concluye Alberto.
Ahora, que hablen las olas y los surfistas, todo está listo para ello en el ‘concello del surf’.