El segundo mes del curso mostró a un Deportivo muy eficaz, que se mostró invicto en sus cuatro compromisos, pero que dejó dudas sobre su juego, pues no dominaba siempre las contiendas.

1Un chispazo es suficiente

Los coruñeses, en la tercera jornada liguera, resolvían su compromiso a domicilio ante Unionistas por la vía rápida. Un gol de Héctor Hernández, tras jugada ensayada, bastaba para llevarse los tres puntos.

El partido, para el Deportivo, no tendría mucha más historia, aunque los salmantinos tendrían opciones para, al menos arañar un punto.

El técnico Fernando Vázquez apelaba a que el equipo coruñés estaba para “ganar, independientemente de los medios para conseguirlo”. Lo peor de la victoria era que Derik Osede se lastimaba, aunque finalmente no era una lesión en el tendón de Aquiles, como se temía.

Finalmente y por fortuna todo se quedaba en una lesión muscular en el sóleo distal de su pierna izquierda, sin afectación del tendón de Aquiles. Una lesión que, no obstante, lo apartaba durante semanas del equipo blanquiazul.

2 Un triunfo y liderato ante el Coruxo
 

El Deportivo regresaba al Abanca Riazor para medirse a un Coruxo en un mal momento, pero que plantaba cara en el feudo herculino, desde el minuto uno, y queriendo llevar en todo momento la iniciativa.

Marcaba el único tanto del partido en la primera ocasión herculina y el Depor acababa incluso perdiendo tiempo para llevarse una victoria que lo colocaba, momentáneamente como el líder del grupo.

EL DETALLE- El conjunto coruñés se impuso en  los tres duelos  por la mínima

Vázquez admitía que su equipo estaba jugando con “demasiada presión” y pedía más alegría sobre el verde.

3 Empate y lesiones ante el Guijuelo

La quinta jornada liguera vendría de la mano de desagradables sorpresas para los coruñeses. El Deportivo no pasaba del empate sin goles en el Luis Ramos, un campo de hierba artificial, en el que los herculinos nunca se sintieron cómodos.

Pero, el mayor de los problemas no fue solo rescatar un punto, sino traerse de vuelta a A Coruña las lesiones de Keko Gontán y de Miku Fedor. El ariete venezolano sufrió una lesión muscular en el aductor de su pierna derecha.

Mientras, en el caso del futbolista de Brunete, que había pedido el cambio, tenía una lesión en el sóleo derecho.

Su ausencia, durante siete partidos, acabaría coincidiendo con el peor momento del equipo antes de acabar el año, en el que enlazó el mismo número de jornadas sin ganar.

4 Triunfo por la mínima ante el Racing

Los blanquiazules lograban imponerse en su campo al Racing de Ferrol, uno de los ‘gallitos’ de la categoría, por la mínima.

Una victoria que se fabricaba en gran medida en las botas de Diego Rolan, en su debut con la elástica blanquiazul, pues el solo forzaba un penalti ante Yeferson Quintana y el charrúa también lo transformaba.

Vázquez pedía que el equipo fuese más peligroso y que crease más ocasiones de gol, pues de nuevo habían sido contadas. Mientras, su homólogo, Emilio Larraza, aseguraba que no habían merecido perder.