A sus 32 años, el defensa vasco del RC Deportivo Eneko Bóveda cerraba su cuarta temporada en las filas del cuadro coruñés, al que llegó en enero de 2018 en Primera División.
Después de haber experimentado dos descensos casi consecutivos, el polivalente zaguero tampoco brilló en la categoría de bronce, si bien ofreció un nivel discreto y regular a lo largo de toda la Liga.
En total, disputó 17 encuentros de los 24 del recién finalizado campeonato de la regularidad. Aunque le costó asentarse con Rubén de la Barrera, fue titular en las últimas once entregas ligueras, donde el Depor no fue capaz de luchar por el ascenso pero sí selló la permanencia.
Eneko Bóveda representó la regularidad en la defensa del conjunto herculino, siendo partícipe en la primera vuelta de un inicio de temporada muy sobrio en la retaguardia, en el que la escuadra entonces entrenada por Fernando Vázquez apenas recibía goles (uno en las seis primeras jornadas). Después de haber marcado el tanto de la victoria ante el Salamanca UDS en la primera jornada de Liga en el estadio de Riazor, el ‘5’ tuvo el infortunio de caer lesionado en San Lázaro en la segunda fecha del campeonato. El vasco se vio obligado a permanecer al margen dos jornadas, antes de retornar a su carril diestro en el quinto compromiso de Liga, frente al Guijuelo. No tuvo la suerte de participar en el último choque de Vázquez como técnico, en Zamora, así como en los cuatro primeros de De la Barrera al frente del timón deportivista. Sin embargo, a partir de la jornada decimocuarta, ante el Guijuelo en Riazor, fue de la partida inicial siempre, hasta la conclusión de la segunda fase en el estadio de Los Pajaritos. Con contrato en vigor hasta junio de 2022, la secretaría técnica del Deportivo deberá tomar este verano una decisión acerca de su porvenir como profesional. |