El cásting para encontrar al sustituto de Rubén de la Barrera afronta su recta final. En los últimos días el secretario técnico, Carlos Rosende, ha recabado información sobre los candidatos para sentarse en el banquillo blanquiazul la próxima temporada con el objetivo de lograr el ascenso al fútbol profesional. Con todos los datos sobre la mesa, el Consejo de Administración tendrá que adoptar la decisión y esta se producirá en cuestión de horas porque la idea es que a principios de la próxima semana la incógnita quede despejada.
Será entonces cuando se anuncie al nuevo inquilino del banquillo deportivista. Ya no habrá inconvenientes para hacerlo, ni siquiera si es uno de los dos que tienen a sus equipos en la fase de ascenso a Segunda División, porque este fin de semana se conocerán los cuatro equipos que estarán en la categoría de plata, los que accedan a las semifinales de Segunda B. En dos de esos clubes figuran técnicos que han formado parte de una amplia lista de aspirantes al Deportivo, Juan Carlos Carcedo, del Ibiza, y Julián Calero, del Burgos.
Baleares y burgaleses fueron de los mejores equipos de la fase regular de esta rara temporada en Segunda División B. Ahora están a un paso de lograr el billete para el fútbol profesional.
Carcedo, que apuesta por el 4-2-3-1, está estrenándose como primer entrenador después de haber sido ayudante de Unai Emery catorce años, hasta 2020. Este riojano fue futbolista del Espanyol y después militó en el Atlético de Madrid, el Leganés y la UD Las Palmas. Se tuvo que retirar por una lesión de rodilla. En los banquillos, comenzó a asumir tareas de segundo entrenador en el equipo canario y después, a partir de 2006, como compañero de viaje de Emery hasta que se hizo cargo del Ibiza.
Es el último nombre que se ha sumado a una relación de candidatos en la que figuran Calero, el exdeportivista Walter Pandiani, Movilla, del Zamora, y los dos que siguen estando muy bien posicionados al puesto: el gallego Yago Iglesias y Borja Jiménez.
En el caso del exentrenador del Compostela, gusta su modo de entrenar y se tiene en cuenta el proyecto que ha desarrollado en Santiago. Las dudas vienen motivadas por el tiempo. Allí necesitó años (estuvo cinco); en el Deportivo hay urgencias. Ascender es prácticamente una obligación.
Y es precisamente eso, ascensos a Segunda, lo que tiene en su haber Borja Jiménez. Uno con el Mirandés y otro con el Cartagena tras suplir al exblanquiazul Gustavo Munúa cuando este asumió las riendas del Nacional de Montevideo.
El Deportivo dispone de uno de los banquillos más atractivos de la categoría de bronce más allá de que el club tenga que apretarse el cinturón. El trabajo de ‘scout’ de técnicos está prácticamente finalizado. La pelota pasa ahora al Consejo de Administración, que debe resolver colegiadamente.