Dos entrenadores y veintiocho futbolistas fueron los protagonistas del Deportivo en la temporada que acabó el pasado fin de semana. El equipo fracasó en su intento de conseguir una plaza en el fútbol profesional, pero, al menos, logró el objetivo secundario, el de continuar en la categoría de bronce, la nueva Primera Federación.
En el banquillo blanquiazul se repartieron los partidos de la primera fase Fernando Vázquez y Rubén de la Barrera. Nueve encuentros para cada uno en esa parte de la temporada en que el equipo no logró superar el primer corte fijado en esta extraña temporada con un formato excepcional que le pasó factura al conjunto blanquiazul. En la segunda etapa, ya con el propósito de estar en la Primera Federación, el Deportivo contó con De la Barrera, que aún no ha confirmado su continuidad al frente de la plantilla. En total, el preparador coruñés estuvo quince partidos (7 ganados, 3 empatados, 5 perdidos) en el banquillo; el de Castrofeito, nueve de Liga (4 ganados, 3 empatados, 2 perdidos) y dos de Copa (1 ganado, 1 perdido).
Ningún jugador del plantel deportivista alcanzó los 2.000 minutos en el terreno de juego a lo largo de los 24 partidos del campeonato. Tampoco hubo futbolistas que participaran en todas las jornadas. El que más cerca se quedó en ambos casos fue uno de los fichajes de la temporada, el central Borja Granero.
El exjugador del Extremadura, que tiene contrato en vigor, disputó 23 choques de Liga, (22 como titular, 21 completos) y acumuló en las piernas 1.952 minutos en el curso 2020/21, 52 más que otro zaguero, Mujaid Sadick, quien participó en 22 compromisos (21 como titular y 20 completos) y finalizó el curso con 1.900 minutos jugados.
El que siempre está cuando se le necesita (y todas las temporadas acaba siendo requerido), el capitán blanquiazul, Álex Bergantiños, acabó como el tercero en la lista de jugadores con mayor participación. Fue utilizado en 21 encuentros (18 como titular, 15 completos). Junto a Granero y Mujaid, fueron el único que pasó de los 1.500 minutos (1.675).
Por partidos jugados, los siguientes en la relación serían el sevillista José Alonso Lara (22 encuentros, 14 de ellos como titular y 3 completos) y Celso Borges (20 partidos, 18 en el once, 11 completos), pero por minutos les supera Eneko Bóveda. El vasco jugó 17 encuentros, todos ellos como titular (13 completos), y se quedó en 1.466 minutos en los terrenos de juego.
En el top ten de minutos jugados, tras Borges (1.449 minutos), aparece el portero que empezó y acabó la temporada como titular, Carlos Abad. Él formó parte de la alineación en 14 compromisos y Lucho García se quedó en 10. En minutos, el tinerfeño disputó 1.260 y Lucho, 900.
El colombiano no figura entre los diez que más protagonismo han tenido en el césped en la temporada recién finalizada.
En esa lista, el centrocampista Uche Agbo, es el séptimo más utilizado con 18 partidos y 1.181 minutos (12 como titular, 8 completos), seguido por Salva Ruiz (16 jornadas en el once, 15 completas, 1.177 minutos), Keko Gontán (16 partidos, 14 completos, 1.153 minnutos) y el mencionado Lara, 1.116 minutos.
El undécimo en minutos jugados es el futbolista que la afición eligió como el mejor de la temporada, Diego Villares, que dio el salto al equipo a finales de enero, cuando concluía el mercado invernal. El vilalbés fue suplente en el primer choque en el que estuvo disponible, ante el Coruxo, y titular en los once siguientes, nueve de ellos completos. Acabó con 1.015 minutos.
El resto de los integrantes de la plantilla finalizaron el campeonato por debajo de la barrera de los mil: Raí -fichado en el mercado invernal- (952 minutos), Miku (934), Héctor Hernández (903), Lucho (900), Valín (762), Borja Galán (753), Rayco (519), Beauvue (517), Nacho González (476), Gandoy, (409) Adri Castro (336), Diego Rolan (332), Derik Osede (309), Rui Costa (196), Mosquera (66), Iván Guerrero (15) y Álex Barba (2 miinutos).