La UEFA confirmó este jueves que la final de la Liga de Campeones 2020-2021 entre el Manchester City y el Chelsea se disputará finalmente en el Estadio do Dragao de Oporto (Portugal) el 29 de mayo de 2021 y no en el Ataturk de Estambul por el coronavirus.
El organismo recalcó que "la decisión del gobierno del Reino Unido de colocar a Turquía en su lista roja de destinos" por la pandemia, provocaba que "organizar allí la final habría significado que ninguno de los aficionados nacionales" de los dos finalistas habría podido "viajar".
"Después de un año en el que los aficionados no han podido acceder a los estadios, la UEFA pensó que había que hacer todo lo posible para garantizar que pudieran asistir de los dos equipos finalistas", añadió el ente, que también "discutió" que la final se jugase en Inglaterra, pero que "no fue posible lograr las exenciones necesarias de los acuerdos de cuarentena del Reino Unido".
Fue entonces cuando entró en escena Portugal, que ya el año pasado organizó la 'Final a 8' de la competición, con la final entonces en Lisboa, para "ofrecer un lugar adecuado para la final", apoyado en tener el visto bueno como destino por las autoridades británicas.
"La decisión no llega sin un gran pesar por el trabajo que las autoridades del fútbol turco han realizado durante los dos últimos años para asegurar la exitosa organización de la final en Estambul. La UEFA también está agradecida por su continua asociación y espíritu de cooperación, así como por la comprensión que demostraron en esta circunstancia particular, y buscará urgentemente futuras oportunidades para Estambul", añadió UEFA, que es la segunda vez que retira a la ciudad turca la organización del partido por el título de la Champions.
Por otro lado, advirtió que el aforo que se cubrirá en Do Dragao "se confirmará a su debido tiempo en cooperación con las autoridades portuguesas y la Federación Portuguesa (FPF)", aunque los aficionados de los dos finalistas "podrán comprar entradas a través de los clubes de la forma habitual y las 6.000 entradas por equipo saldrán a la venta lo antes posible a partir de este jueves". "El número de aficionados de cada equipo que podrá asistir es el mismo que estaba previsto en Estambul", puntualizó.
CEFERIN: "ESPERO QUE LA FINAL SEA UN SÍMBOLO DE ESPERANZA"
"Los aficionados han tenido que sufrir más de doce meses sin poder ver a sus equipos en directo y llegar a una final de Champions es la cúspide del fútbol de clubes. Privar a esos aficionados de la oportunidad de ver el partido en persona no era una opción y estoy encantado de que se haya alcanzado este compromiso", celebró Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.
El esloveno recalcó el poder contar "una vez más" con la ayuda de los "amigos en Portugal". "Estoy muy agradecido con la FPF y el Gobierno portugués por aceptar organizar el partido con tan poca antelación. Han trabajado incansablemente con limitaciones de tiempo muy ajustadas para encontrar soluciones para los muchos desafíos que presenta albergar un partido de esta magnitud", indicó.
"Aceptamos que la decisión del Gobierno británico de colocar a Turquía en la lista roja de viajes se tomó de buena fe y en el mejor interés de proteger a sus ciudadanos de la propagación del virus, pero también nos presentó un gran desafío en la puesta en escena de una final con dos equipos ingleses", añadió el mandatario.
Ceferin señaló también que "la Federación de Fútbol Turca y las autoridades de Turquía han reconocido los esfuerzos de la UEFA para brindar a los aficionados de los finalistas la oportunidad de ver el partido" y que "siempre han sido socios fiables". "Espero estar en Estambul y Turquía para una final de la Liga de Campeones y muchos otros eventos en un futuro cercano", confesó.
"Espero que la final sea un símbolo de esperanza para el resurgimiento de Europa de un período difícil y que los aficionados que viajen al partido vuelvan a prestar su voz para mostrar esta final como la mejor del fútbol de clubes", sentenció el presidente de la UEFA.