A Malata despide la temporada más extraña que ha vivido con la esperanza de acabarla con una gran alegría. El partido que enfrenta al equipo ferrolano con el Numancia –17.00 horas, TVG2– le brinda la posibilidad de sellar su clasificación para Primera RFEF, la categoría de nueva creación que será desde la próxima campaña el tercer nivel nacional y la antesala del fútbol profesional. Pero para ello debe conseguir una victoria que le asegure uno de los dos primeros puestos del subgrupo 1-D y que supondría una gran ayuda al Depor.
Se planta el cuadro verde en las dos últimas jornadas de la segunda fase muchas opciones de acabar consiguiendo el objetivo marcado. Ganar hoy lo certifica de manera matemática, pero es que un empate le haría depender de sí mismo en la última jornada y hasta una derrota no lo dejaría sin opciones, pero sí lo dejaría a expensas del resultado de la última jornada entre sus dos rivales por el mismo objetivo: Deportivo y Numancia.
De todas maneras, el Racing no quiere tardar más de la cuenta en alcanzar la meta a la que quiere acabar llegando.
Para ello confía en hacer valer la fortaleza que viene mostrando últimamente como local, donde ha ganado sus cinco últimos partidos y lleva casi 500 minutos sin encajar. Además, sus señas de identidad indican que es un equipo que siempre sale a buscar al rival y que dispone de muchos recursos para crear peligro al adversario. Ampliar los registros que lo preceden sería señal de que el Racing alcanza su objetivo y que es uno de los cuarenta que juega en Primera RFEF la próxima temporada.
El partido de esta tarde, además, le brinda al equipo ferrolano la ocasión de desquitarse de uno de los partidos que peor sabor de boca le dejó esta temporada. En Los Pajaritos, el campo del Numancia, los errores cometidos en la segunda parte lo llevaron a una derrota que dio al traste con las expectativas que había generado con anterioridad. Hoy, en cambio, confía en rayar a un nivel alto durante los noventa minutos para llevarse el triunfo.