Luis Morán, nacido en Luanco y formado en la cantera del Marino, donde ha regresado para completar el círculo, acumula dieciséis años como profesional en los que ha pasado por todas las categorías del fútbol español y que le llevaron a disputar 76 encuentros en Primera División con el Sporting de Gijón, 40 en Segunda entre el cuadro rojiblanco y el Mirandés, y nueve presencias en la Copa del Rey. Sin embargo, el partido que ha quedado grabado para siempre en su memoria es uno que presenció desde la grada del Estadio Municipal de Miramar el 7 de noviembre de 2001. Era un chaval de 14 años y asistía a un duelo histórico de la Copa del Rey entre el equipo de su pueblo y el Deportivo, que ya contaba en sus vitrinas con una Liga, un título copero, dos Supercopas y aquel mismo curso culminaría la competición del KO imponiéndose al Real Madrid en el Santiago Bernabéu en el inolvidable Centenariazo.
Supongo que cuando diste el paso de dedicarte al fútbol profesional, nunca imaginaste jugar en tu propio pueblo contra el Depor en Liga.
Puedo empezar contándote una anécdota porque hace 20 años yo tuve la suerte de ver al Depor en mi pueblo en una eliminatoria de la Copa del Rey. Ya ves, todo un Depor que había ganado la Liga en el 2000 y solo un año después jugaba aquí. Ese día, yo estaba en el campo. Bueno, realmente estábamos todo el pueblo... y en aquel momento no podía imaginar que jugaría en Primera División. Tuve la suerte de llegar al Sporting y enfrentarme al Depor. En ese momento era en Primera y ahora nos vemos las caras en Segunda B. Fue el primer grande al que vi en un campo de fútbol y ahora voy a tener la suerte de jugar contra ellos en mi pueblo. Es un honor poder jugar contra el equipo con el que empezó todo.
El Deportivo fue el primer grande al que vi en un campo de fútbol
¿Qué es lo primero que te viene a la cabeza cuando piensas en aquel encuentro?
Djalminha. Qué bueno era y qué partidazo hizo. También me viene a la mente Pandiani, que nos metió dos goles. Es que era un equipazo, tenían a un campeón del mundo como Mauro Silva y a otro que lo sería después, como Capdevila. Lo mejor de todo es que empezamos ganando, pero luego nos remontaron. Pero es que era un equipo de pueblo y era una de sus primeras temporadas en Segunda B. Cuando se enfrentaron, los dos eran líderes en sus respectivas categorías, y para mí fue emocionante.
Casi 20 años después, se repite la visita, pero ahora en Liga y con el Depor en Segunda B.
Para nosotros es histórico porque somos un equipo de un pequeño pueblo de Asturias, pero también es cierto que si se hacen las cosas bien, consigues estar en Segunda B. Lo que nunca te esperas es que un equipo con la historia del Depor, por mala suerte o por los problemas que ha tenido, esté en esta categoría. Para nosotros es un honor que vengan a nuestro campo, así que vamos a intentar que la afición disfrute porque no todos los días juega el equipo de tu pueblo contra todo un Deportivo.
El partido será parecido al de Riazor, pero con algo más de roce
¿Cómo se vive allí la visita del conjunto coruñés?
Con muchas ganas. La pena es que, con la pandemia, solo va a poder haber 300 espectadores. Es una pena no poder llenar el campo 20 años después.
¿Qué os dice la gente?
Que hay que ganarles en casa. Además, desde que llegó este entrenador, no perdimos en nuestro campo, así que la gente nos pide que hay que seguir con esta racha. Que un pueblo sueñe con ganar al Depor, eso es el fútbol, el de toda la vida, el entusiasmo.
Nunca mejor dicho, cuando hay quien quiere crear una competición solo para ricos.
Sí, ahora la gente está con el tema de la Superliga, y en este caso, si ganamos al Depor, lo bonito es que el pequeño gane al grande y que las aficiones estén con el equipo de toda la vida, el de su ciudad, y no ir con el de un sitio u otro. Si los equipos grandes se quejan del dinero y se separan, qué hacemos los demás.
De momento, podéis soñar porque hace tres semanas no le sobró nada al Depor en Riazor contra vosotros.
Hicimos un buen partido allí. Ellos tuvieron el penalti que les pitaron, pero el partido fue bastante igualado.También es cierto que nosotros no acertamos y ellos sí, pero intentaremos dar la cara y hacer un buen partido contra ellos.
¿Te decepcionó el conjunto blanquiazul?
No. Era el primer partido de la segunda fase y ellos venían del disgusto tremendo que se llevaron por no meterse en el grupo por el ascenso. Cuando peleas por un objetivo y te ves luchando por otro es difícil de asimilar y seguro que por eso les costó un poco más.
¿De qué te sientes más orgulloso del Marino aquel día?
Después de lo mal que lo pasamos en la primera fase, poder ir a un estadio tan espectacular como Riazor ante un equipo histórico... me quedo con todo lo que disfrutaron mis compañeros porque llevamos todo el año sufriendo mucho, por eso fue un poco como un premio.
¿Qué es lo que más te gustó de jugar contra el Depor?
Sobre todo, poder enfrentarme a Álex Bergantiños, que estuvo en el Sporting de Gijón. No fuimos compañeros porque yo jugué hasta 2012 y él jugó allí en la temporada 2017-18, pero sí lo conocí y fue con el que más me prestó enfrentarme. Si hay que preguntarle a alguien del Depor, es a él, que estuvo en los momentos buenos, malos, y ahí sigue. Tiene los valores del club.
Te has enfrentado al Depor en siete ocasiones, seis de ellas en Primera, con tres triunfos, tres empates y una sola derrota, la de hace tres semanas. Y le marcaste un gol en la victoria del Sporting en el Molinón (3-2) el 15 de marzo de 2009. ¿Recuerdas aquel partido?
Sí. Recuerdo que Barral disparó, Aranzubia no atajó bien y se la piqué con la izquierda para marcarle. Nosotros llegábamos a Riazor con 7.000 personas, con la Mareona, y ellos también traían mucha gente al Molinón. Eran partidazos y era de esos rivales que siempre se me dieron bien.
¿El domingo se verá un partido similar al de Riazor?
Seguramente sea un poco distinto, el césped no va a estar tan bien. Creo que va a haber más disputas, no tantos espacios... será parecido, pero con algo más de roce.