El 22 pasó de Diego a Diego. De Rolan, a Villares; de delantero, a centrocampista, a un vilalbés que aún era adolescente cuando se enfrentó por primera vez al Deportivo senior. No olvida aquellos partidos en A Magadalena, el campo en el que se asentó en el primer equipo del Racing Villalbés de la mano de Óscar Gilsanz, actual entrenador del juvenil del Depor. Los números le confirman como el mejor ‘fichaje’ de invierno, un fijo en los onces de Rubén de la Barrera después de haber debutado como suplente ante el Coruxo en O Vao.
¿Vives en una nube?
Siempre es bonito estar en mi situación, aunque sea en horas bajas del club. Para mí es un sueño poder estar aquí y seguir creciendo cada día como creo que lo estoy haciendo.
Echando la vista atrás, al mercado invernal, cuando el primer equipo te otorga una ficha profesional para mayores de 23 años, ¿cómo fue ese momento para ti, lo venías intuyendo, te habían dicho algo?
En ese momento del mercado invernal no. En el mercado de verano sí lo hablamos como una posibilidad que no pudo darse. En ese mercado de invierno me vino, por así decirlo, de sorpresa. En el Fabril estábamos de cuarentena por un caso de Coronavirus y sí que me vino un poco de sopetón. Empecé a entrenar con el primer equipo y con ficha la semana del Coruxo.
Entonces, ¿en verano ya te habían hablado de esa posibilidad de jugar con el primer equipo?
Fue algo que se planteó entre el club y mis agentes, hubo una conversación sobre ese tema, que era posible proyecto del primer equipo.
Es decir, que no fue improvisado...
No, yo creo que no y más por eso que te estoy diciendo y lo que me transmitían desde el club.
En el primer equipo pasaste de cero a cien, por decirlo de algún modo. El primer partido como suplente y el resto, en el once, casi todos completos.
Por mi parte, encantado. En el primer partido entramos en el descanso tanto Rayco como yo y a partir de ahí en el once y muy contento de que puede ser así y cuando no, pues en el banquillo o donde toque.
¿Dónde te sientes más cómodo, en la posición de ahora, un poco por delante del pivote defensivo?
Sí, creo que es la posición que más me beneficia y en la que más cómodo me siento en el juego.
¿Borges puede ser un poco el espejo por posición?
Sí, con un mediocentro por detrás o de dos mediocentros también. Creo que la que más me beneficia es con ese mediocentro por detrás que actúe de líbre, por detrás de otros dos mediapuntas o interiores.
¿Cuántas vueltas le has dado a la ocasión de Langreo con 0-0 en el marcador?
Buff... Sobre todo ese día, muchas. Además, lo vi repetido en el bus y cuando llegué a casa y el día siguiente en la tele. En el campo me parecía que llegaba más justo. Después, en la imagen, me veo más solo, aunque con el lateral que viene cerrando. Me echo las manos a la cabeza.
Casi lo compensas en el siguiente partido, el del pasado fin de semana, contra el Numancia. Se te fue fuera por poco.
Llegué al borde del área con un balón bastante bueno, la verdad. Dudé si pegarle al palo corto con rosca, cortita, pero vi a un par de jugadores, decidía cambiarla y no pudo coger portería.
¿Hay ganas de marcar?
Cualquier jugador las tiene y más porque sería mi primer gol con el primer equipo, pero mientras los resultados se vayan dando, que marque el que sea.
Ganasteis al Numancia, era una final y la verdad es que esos partidos decisivos, otros no, se os han dado bien...
Sí, y hemos tenido bastantes finales, por definirlas de algún modo, que hemos sabido jugar y sacar adelante.
Ahora se ve el objetivo secundario a un paso, pero viendo la trayectoria del equipo en los últimos años, no es como para relajarse ni pensar que está hecho, ¿no?
No, ni mucho menos. No es el momento de hacer cuentas, por así decirlo. Tenemos que pensar en este partido de Luanco, sacarlo adelante, y después, el siguiente.
Lo que sí es importante es que esta vez depende de vosotros. Dos victorias y estaréis clasificados.
Dependes de ti mismo y lo que hay que hacer es sacar el mejor resultado posible ahora fuera de casa para después depender ya de nosotros mismos en el partido que queda por jugar en Riazor.
El Marino no se juega nada pero para ellos es un día histórico.
Enfrentarte al Deportivo y más en tu casa, donde te sientes más cómodos, para todos los equipos es importante y van a ir a por todas aunque ya no se juegan nada, como le pasa ahora al Marino.
Antes hablábamos de Borges, pero, ¿cuál es tu referencia en el fútbol a nivel global?
Nunca tuve una referencia clara. Sí que me gusta mucho Iniesta, aunque nunca fui del Barcelona. No tengo una referencia clara.
¿A qué equipo tirabas entonces?
Por familia, fui siempre algo más del Madrid que del Barça si tengo que elegir a uno de los dos.
En todo caso vienes de un sitio que es muy del Depor, con la peña más antigua del club.
Completamente. En Vilalba, yo creo que al equipo al que más afición hay es el Depor, sobre todo gente joven, de cuando hacía el equipo las pretemporadas allí.
En el Villalbés coincidiste con GIlsanz.
Fue el que me subió al primer equipo definitivamente en mi último año de juvenil y con el que di ese salto a Tercera División. Por aquí lo veo algún día que está viendo los entrenamientos o que ellos entrenan por la mañana y solemos tener alguna conversacón.
¿Con qué perspectiva llegaste al Depor hace un par de años?
Con la de seguir disfrutando del fútbol como lo estaba haciendo, porque era un chaval, y con mucha ilusión al llegar a una cantera como esta, entonces con el segundo equipo en Segunda B. Venía a seguir creciendo y he tenido la suerte de hacerlo
¿Cómo te proyectas, dónde te ves a medio plazo?
Es difícil de decir porque el fútbol da muchas vueltas. Yo tengo contrato en el Deportivo (hasta final de temporada, la siguiente y uno más en función de objetivos) y espero cumplirlo y que sean los máximos años posibles. Estoy contento y deseando seguir.
¿Cómo es tu día a día?
Ahora, con la pandemia que nos toca vivir.... Antes por la tarde iba con un compañero de Vilalba al gimnasio; cuando los cerraron dejamos de ir y ahora, con la llegada del buen tiempo, tocará volver a retomarlo.
¿Echas de menos Vilalba?
Sí, a la familia y los amigos, pero como los entrenamientos son por la mañana, alguna tarde me puedo acercar a ver a la familia, a los amigos... Sobre todo a mi hermano.
¿Es más pequeño?
Sí, tiene diez años.
¿Cómo lo vive él?
Conoce al Depor, pero no tiene ese uso de razón para darle la importancia que le doy yo o que le da mi familia, mi madre. Tengo tíos en A Coruña, familia deportivista, y todos están muy ilusionados.
Iba al campo y esperaba en la salida al equipo
El Deportivo ha sido un asiduo de la localidad lucense de Vilalba, donde nació Diego Villares el 17 de junio de 1996. Allí vio al equipo coruñés en la grada y también jugó, como local, algunos de los amistosos que se celebraron en el campo de A Magdalena.
En esas pretemporadas, ¿ibas como aficionado a ver al Depor?
Nunca fui muy en plan de ir al hotel como hacían muchos amigos míos. Era más de ir al campo a ver el partido y de esperar allí en la salida. Por suerte, después tuve también la ocasión de jugar alguno cuando estaba en el Villalbés. Un par de partidos por lo menos.
¿Cuántos años tenías entonces?
Dieciséis y diecisiete. Eras juvenil y hacías la pretemporada con el primer equipo. Esos partidos ante el Deportivo eran bonitos de jugar, aunque el resultado siempre era algo adverso. Eran partidos ilusionantes. Coincidías con jugadores a los que luego veías por la tele. Verlos en el campo, jugar contra ti, impresionaba.
¿Alguna anécdota que recuerdes de esos partidos contra el Depor?
Sí que recuerdo una vez, no me acuerdo del jugador, porque hace bastantes años de esto, que me intentó hacer un caño, pero me dio en la pierna y no había pasado el balón. Después, me hizo una broma. Fue un detalle bonito.