La Fórmula Uno ha recuperado su paisaje más habitual, con Mercedes al frente de la clasificación en la primera jornada de entrenamientos libres en el GP de Emilia-Romagna.
Tres semanas después de que Red Bull asomase en Baréin como alternativa al dominio de las flechas plateadas, Mercedes dio un golpe sobre la mesa. Venía, no obstante, de triunfar de la mano del británico Lewis Hamilton en Sakhir.
Ayer ubicó al líder del Mundial y siete veces campeón del mundo en la segunda plaza, tras el finlandés Valtteri Bottas. Entre ambos rebajaron la euforia que se desató en pretemporada en la escudería de la bebida energética.
Red Bull no tuvo su día: en los Libres 1, el mexicano Sergio Pérez se perdió el último tercio de la sesión tras un toque con el francés Esteban Ocon (Alpine) y en los Libres 2, los problemas se trasladaron al monoplaza del neerlandés Max Verstappen, que acabó en el decimotercer puesto al completar sólo cinco vueltas.
Bottas y Hamilton, en cambio, dieron 25 y 26 giros al Autodromo Dino y Enzo Ferrari, respectivamente, y afianzaron el dominio de Mercedes en la segunda sesión. En la primera ya habían sumado otras 23 y 25, suficientes igualmente para comandar la tabla.
El margen entre Bottas y Hamilton se redujo a 10 milésimas en la tanda vespertina, en la que destacó el francés Pierre Gasly (AlphaTauri), tercero, a 78 milésimas del finlandés.
Relativamente cerca del mejor crono se quedó Carlos Sainz (Ferrari), sexto a 324 centésimas por la mañana y cuarto a 283 por la tarde. Fernando Alonso (Alpine), séptimo en la primera sesión y fuera del ‘top 10’ en la segunda (13º) y sigue con su proceso de readaptación a la F1 tras un año de ausencia.
Si en Baréin la gran preocupación de los pilotos fue la degradación de los neumáticos por las altas temperaturas, en Imola son más agradables. Hoy, después de los Libres 3 será el turno para la sesión de calificación (14.00 horas), que decidirá el orden de salida para la carrera del domingo, crucial ante la posibilidad de lluvia.