El entrenador del Deportivo, Rubén de la Barrera, advirtió de la exigencia que supone a nivel de mentalización el partido con el Langreo por la superficie de juego, que se suma a lo ya habitual esta temporada, el teórico cartel de conjunto coruñés como club histórico en Segunda B.
"La diferencia en la clasificación es mínima y el nivel de los oponentes es bueno e importante independientemente del nombre. El Langreo tiene buenos jugadores, ha empezado muy bien la primera fase, llegó a ser líder, tiene fútbol y es un equipo intenso y agresivo. Sobre el papel, espero un rival algo más agresivo, que nos va a venir a buscar. Espero un partido difícil y diferente al anterior", analizó.
El técnico se centró en el partido de Langreo sin pensar en el partido entre el Numancia y el Racing de Ferrol, sus dos inmediatos perseguidores, ni en las cuentas para acabar en las dos primeras posiciones del grupo y acceder a la Primera Federación.
"No quiero cuentas, nos toca jugar el domingo en Langreo y tenemos que ganar con independencia del Numancia-Racing. El objetivo es ganar cada uno de los partidos de esta fase. Es el Langreo y la necesidad de sumar tres", dijo.
El equipo preparó ese partido entre Abegondo y Riazor, no en césped artificial. "Tengo experiencia como entrenador estando en tres clubes como local en superficie de hierba artificial y, aun así, diferentes. Lo hablamos con la plantilla y optamos por desarrollar la semana en Abegondo en este caso y el día de ayer en Riazor", precisó.
También valoró el cambio de chip después de haberse quedado fuera de la lucha por el ascenso. "Cuando finaliza el partido de Zamora, todo el mundo se lleva una pequeña decepción. El equipo estaba bien y en buena dinámica, capaz de todo, pero ahora el objetivo más ambicioso es la Liga Pro y en esas estamos. Todo está enfocado a eso. Nosotros tenemos que estar mentalmente predispuestos para hacerlo lo mejor posible y ganar los partidos. Llegas a ese campo y pareces que lo afrontas como que no es fútbol por la superficie en que juegas, pero es fútbol, es deporte, hay que ir y competir", apuntó.
Cambiar de superficie condiciona, pero no cambia la idea de juego. "Si creo en ganar siendo otros, es una mayor ventaja para el rival, el exigir algo que atente contra el jugador y los hábitos. Hay matices y en este va a ser así. Pero no una metarmorfosis", matizó.
¿Y cambios en el once por jugar en hierba artificial? "En momentos, con balón propio, hay situaciones relacionadas con el espacio, el tiempo, que por los botes probablemente ese tiempo se vea reducido y nos obliga a optar por gente capacitada para, viéndose disminuido ese tiempo, sean capaces de resolver esas situaciones. Obliga a estar conectado, metido. Si el tiempo del que se dispone es menor, independientemente de que el espacio sea mayor o menor, el impacto es mental, psicológico, y hay que estar preparado, anticipar todo eso, porque las trayectorias o los botes pueden condicionar a cada uno de los jugadores, sobre todo con balón", advirtió.
También versó su comparecencia sobre el balón parado. "En cuanto a posibilidades de remate, los números han aumentado claramente, pero a nivel de eficacia, no. No hemos encontrado los mejores puntos de partida, recorridos y posiciones finales para que el remate sea lo más limpio posible", dijo.
La estrategia también tiene matices en césped artificial. "Es un campo amplio, de buenas dimensiones, no una caja de cerillas, pero los botes van a generar segundos y terceros balones y hay que evitar que sucedan cosas en ellos", consideró De la Barrera, quien recordó que aunque hay buenos lanzadores en el equipo, algunos en el banquillo, no puede optar como en otros deportes por hacer cambios para que salgan jugadores solo para ejecutar el balón parado: "Esto, desafortunadamente, tampoco es balonmano para ir moviendo el personal, sacando y metiendo gente".
En cuanto al once, el míster ha encontrado un once de referencia y no le condiciona el terreno de juego. "Me planteo que si la gente está rindiendo, tiene que participar. Lo importante es la predisposicion mental para disputar estos partidos. Cuando uno de los equipos en teoría llamados importantes lo afronta, es determinante si te apetece o no competir, dejarte lo que te tienes que dejar para ganar. No pierdes por jugar en un campo artificial, sino porque tu predisposición mental no sea la misma. Si eso sucede, pierdes fijo", arguyó.
Del rival, señaló que le "gusta". "Es un equipo que asume la iniciativa, juega, acumula gente por dentro, suma pases para llegar por fuera con ventajas, amenaza con la última línea, dispone de gente con presencia física y lideró su grupo en la primera fase un tiempo", recordó.
Una de las dudas está en el lateral izquierdo con la recuperación de Héctor Hernández. "Lo miramos y lo consideramos y optamos y decidimos y en algunos momentos la decisión, para vosotros va en función de los resultados, pero para mí hay más factores. Veremos".
Descartado está, prácticamente, Borja Galán. "Sufrió molestias en una acción concreta, se hizo daño pero de momento no podemos decir nada más. Está complicada su presencia para el fin de semana, pero esperemos disponer de todo el mundo lo antes posible", comentó.
De la Barrera está apostando por un once más o menos fijo y hay futbolistas sin protagonismo como Nacho González, al que elogió.
"A mí, lo de lo Nacho y su dia a dia lo que me produce es admiración. No es cuestión de que entrena un dia sí y un dia no o que una semana este enchufado y otra no tanto. Que una persona llegue todos los días con sonrisa, predisposición absoluta, entrene como lo hace y apriete a los compañeros para que el nivel vaya en aumento solo me hace sentir admiración. Ojalá puedan aparecer momentos para que estos jugadores tengan presencia, no como premio, porque es un jugador que tiene nivel, pero ahora mismo estamos asentando cosas y no es cuestión de volvernos locos con el once. Estoy convencidísimo de que si tiene que participar el domingo va a aportar un nivel optimo seguro. Lo siento con él y con toda la plantilla", aclaró.
Por último, admitió que hay una comunicación fluida con el director general corporativo del clubl, David Villasuso, que también es consejero.
"Hay comunicación. La novedad sería que no nos hablásemos. Es síntoma de que el club tiene una estructuración y dentro de las vías de comunicación, se trata de algo tan sencillo como la naturalidad. Es muy bueno para todos. Ya no hablo de David, sino de toda la gente. Esa distancia y ruidos, el yo aquí y tu allá, no lo concibo. Hay que naturalizar la comunicación. No sé si es novedoso, parece que sí por lo que dices, pero yo lo concibo así. La comunicación para mí es con ojos, no con guasap ni hitorias raras", reveló.
En todo caso, precisó que sobre su futuro "no hay novedades". "Esto es lo de siempre. Cuando ganas erers un feneomeno y cuando no, nos tiramos de los pelos. Estamos centrados en lo importante, el Langreo. Vamos despacito y con buena letra", zanjó.