El que esperase un partidazo en A Grela teniendo en cuenta lo que había en juego tanto para Silva como para Villalbés estaría muy equivocado. El equipo de Bardanca sufrió la derrota más dulce de la temporada (1-2) porque, a pesar de perder, consiguió la permanencia matemática una temporada más en Tercera División. Por contra, la victoria del Racing fue amarga. Los tres puntos no fueron suficientes para dar el salto a la tercera posición y jugará la fase intermedia junto al Fabril y al propio Silva.
No era día para inventos y Bardanca apostó por el habitual 1-5-3-2 con los jugadores más en forma que tiene en su plantilla. Ríos fue el portero y en la línea de cinco defensas jugaron los de (casi) siempre: Brais Lema y Jacobo Lazcano en los carriles y Xusto, Fiuza y Antonio en el trío de centrales. Por delante de ellos, una pieza fija y de equilibrio –Callón– y otras dos con más movilidad y libertad –Souto y Fabio–. El delantero que acompañó en esta ocasión a Joao Paulo no fue propiamente un delantero: Rafa Kun.
Ante la baja del lateral izquierdo David Buyo, Simón Lamas optó por el capitán Diego López en la izquierda a pesar de su condición de diestro y el que actuó en el lateral derecho fue el comodín José Varela. Muiña acompañó a Vérez en el centro de la zaga y el doble pivote tampoco registró sorpresas: Javi Varela y Make. Lo más llamativo en la propuesta inicial del Villalbés fue la posición de Cuadrado como extremo derecho, tal vez para ganar en las disputas a Jacobo Lazcano, el elemento de la línea defensiva silvista con menos envergadura y poderío aéreo. Pedrosa actuó de punta, con Santi Gegunde por detrás de él y Ángel en la izquierda. Simón haría cambios de posiciones tras el paso por vestuarios.
El encuentro estuvo marcado en el primer tiempo por el error (poco habitual) del Silva en defensa. Indecisión entre los centrales y Ríos, que abandonó el área para tratar de despejar, pero Dani Pedrosa metió la punta de la bota y el cuero, manso, cogió dirección portería y acabó en el fondo de las mallas. El conjunto coruñés mereció más ya en el primer tiempo, aunque el Villalbés pudo hacer el 0-2 con un tiro de Pedrosa tras centro de José Varela desde la derecha. Souto respondió poco después con un tiro centrado tras girarse en el área. Y Fiuza cerró la primera parte con un cabezazo tras saque de banda de Lema.
En el segundo, el Silva encontró el tanto del empate gracias a un envío perfecto de Fabio, mediocentro natural de Cee, sénior de segundo año y en la agenda del Deportivo. Ejecutó un saque de esquina tenso y con parábola, tanto que sorprendió a los futbolistas del área pequeña y acabó en el fondo de las mallas.
Los resultados favorecían al Silva porque el Polvorín ganaba por 2-0 a un Arzúa que jugaba en inferioridad y, con conocimiento de lo que sucedía en A Cheda o no, el equipo coruñés se permitió relajarse de nuevo. Esta vez en el tiempo añadido. Fue una falta lateral ejecutada por el Villalbés que no fue bien despejada. La bola quedó muerta en el área pequeña y Muiña, de tiro mordido, firmó el definitivo 1-2.
El Silva acabó el partido con cinco novedades: una en la línea defensiva –Parafita por Jacobo en el carril zurdo–, dos en el medio –Geri y Kata por Souto y Fabio– y dos en punta –Yago Miño y Javi Ballesteros por Rafa Kun y Joao Paulo–. Por su parte, el Villalbés se había lanzado decidido a por el empate y terminó con un solo mediocentro –Sandá– y con cinco futbolistas de marcado carácter ofensivo: Santi Gegunde, Marino, Pedrosa, Aitor y Cuadrado. Encontró el tanto de la victoria pero necesitaba uno más del Bergan en el Manuel Candocia que no llegó.
El Silva certificó su permanencia en Tercera División en la misma semana en que confirmó la renovación de Javier Bardanca, que iniciará su temporada número 13 bajo la dirección técnica silvista.