Salto de gigante del Silva hacia la permanencia automática en Tercera División. El equipo coruñés se impuso al Viveiro, un rival directo al que sobrepasa en la clasificación, con un solitario gol de Brais Lema en un emocionante encuentro en el que sucedió de todo: dos penaltis errados, uno por cada bando, ocasiones claras, un balón a la madera, lesiones, una expulsión, polémica y, por encima de todo, un ritmo frenético durante los noventa minutos, acorde a lo que estaba en juego.
Javier Bardanca, entrenador del Silva, se vio obligado a hacer cambios en el once titular debido a la sanción de Jacobo y la lesión de Antón. Parafita ocupó el carril izquierdo en lugar del primero y Prieto se situó como interior para sustituir al segundo en el habitual 1-3-5-2 del conjunto coruñés.
Precisamente fue Prieto el primero en agitar el partido con una exhibición de potencia y velocidad. El ex del San Tirso se adentró en el área, centró y el balón se estrelló en el brazo de Nico. Penalti a los 60 segundos de encuentro.
Callón asumió la responsabilidad de lanzar la pena máxima pero su disparo, potente y de empeine, se fue a las nubes. No pasó ni cerca del larguero. Un alivio para un Viveiro que se sacudió el susto con dos llegadas de peligro al área de Ríos. Rolle no pudo superar al portero local en un mano a mano y posteriormente Arturo conectó un tiro desde dentro del área que también atrapó Ríos sin problemas.
El partido no tenía tregua. Llegadas al área, juego directo, disputas continuas y ritmo alto por parte de los dos equipos. En el minuto 23 le tocó al Silva rondar el gol con una acción de Joao Paulo. El brasileño se hizo un hueco en el área y cargó la pierna con velocidad para disparar a la cepa del palo. El equipo local ya había desperdiciado un penalti y se había encontrado con la madera antes de que se cumpliera la primera media hora.
Pero a la tercera fue la vencida. Prieto encontró a Fabio en el centro del campo y el jugador de Cee rompió en velocidad dejando a todos atrás. Ya en el vértice izquierdo del área grande, levantó la cabeza y vio solo a Brais Lema, que llegó como un avión desde atrás para culminar el ataque con un remate raso lejos del alcance de Manu Cedrón. 1-0.
Segunda pena máxima
No obstante, la trepidante primera mitad todavía tenía reservado un nuevo capítulo antes del descanso. Parafita llegó tarde a un balón dividido y derribó a Dani Montes en el área. Esta vez le tocaba al Viveiro probar suerte desde los once metros. Xaime lanzó a su derecha pero Ríos realizó una estirada espectacular para despejar el cuero a córner. Celebración merecida por parte del portero y sus compañeros y turno para el descanso. La calma después de la tormenta que fue la primera mitad.
Cambio obligado
El segundo acto comenzó con cambio en el Silva. Kata suplió a Prieto, que se fracturó la nariz en un choque con un rival en la última jugada del primer tiempo y fue operado tras el encuentro. El Viveiro también modificó el equipo poco después de la reanudación con la entrada de Edgar y Agus en lugar de Facu y Uriol y trastocó el sistema: pasó de un 1-4-1-4-1 a un 1-3-5-2 igualando el dibujo del Silva.
El equipo local no pasó apuros en el tramo central de la segunda mitad pero en el minuto 74 se quedó con diez jugadores por la expulsión de Parafita. El carrilero izquierdo llegó tarde a un balón dividido (otra vez) y le propinó una evitable patada a Rolle que el árbitro castigó con roja directa.
Después de las protestas del Silva y de la grada, Bardanca reaccionó y metió a Manu Orosa por Souto para mantener la defensa de cinco y aguantar el asedio que se le avecinaba. Y así fue.
El Viveiro pobló el área de rematadores y de jugadores altos pero no consiguió crear peligro real a un Silva que se defendió con uñas y dientes. La importancia del partido lo merecía. Antonio, Fiuza y Xusto, los tres centrales locales, fueron un frontón y, ayudados por un incasable Callón y por los carrileros Brais Lema y Orosa, permitieron a su equipo mantener la ventaja en un final de partido agónico.
El triunfo del Silva lo sitúa en la quinta posición y con la salvación en su mano a falta de dos jornadas para el final de la primera fase, mientras que el Viveiro se mete en un lío al caer hasta la octava plaza.