Acusaciones de amaños, pruebas aplazadas, confabulaciones, escuchas, abogados… El piragüismo español cerró la peor semana de su historia con un duro proceso selectivo para los Juegos de Tokio que levantó ampollas en la Federación Española. En medio del lío, sólo una cosa está clara: Carlos Arévalo (Betanzos, 1993) es el palista más rápido de los que se juegan la plaza olímpica en el K4-500 metros.
Ayer lo volvió a demostrar en el canal de regatas de Trasona (Asturias), cuartel general de la selección. Arévalo marcó el mejor tiempo en las dos series del K1-200 por delante de Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz y el cangués Rodrigo Germade. No asistieron a los últimos test Carlos Garrote ni Cristian Toro, con una baja médica.
El palista del Ría de Betanzos ya se ganó la plaza olímpica para el K1-200 el jueves 4 de marzo, cuando se impuso en las dos primeras tiradas a Craviotto, Toro, Garrote, Walz y Germade. “Estoy en un momento de forma muy bueno. Sabía que el selectivo era duro, pero las sensaciones entrenado estos días eran fantásticas y en la prueba las he reproducido”, destacó entonces.
Un día después empezó el proceso para seleccionar a los integrantes del K4-500 que disputará los Juegos. Las limitaciones en los criterios de clasificación obligaban a realizar dos descartes entre seis deportistas con títulos olímpicos, mundiales y europeos. Craviotto y Arévalo eran los únicos con sitio fijo en las tres combinaciones que se jugarían la plaza para Tokio 2020 en seis series contrarreloj.
Craviotto, Garrote, Arévalo y Toro (1:24.067) arrancaron las pruebas el viernes 5, Craviotto, Walz, Arévalo y Toro fueron un poco más lentos (1:24.664) el sábado 6 y Craviotto, Walz, Arévalo y Germade, tripulación subcampeona del mundo en Szeged 2019, marcaron el mejor tiempo (1:20.842) el domingo 7. La diferencia entre los dos primeros registros y el último destaparon la polémica.
🚣 La primera de las seis tiradas para cerrar la tripulación del K4 500 arrancó este viernes en Trasona.
— EFE Deportes (@EFEdeportes) March 5, 2021
🗣️ Estas han sido las sensaciones de los cuatro palistas que han participado en la combinación: @Saul_Craviotto, @CarlosGarrote9, @Areval00 y @TORO_CT7.
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Tras el primer test, Garrote declaró que el proceso le parecía “justo y legal”, pero cuatro días después envió un whatsapp a la prensa desvelando que el selectivo había sido intervenido por el seleccionador ante las sospechas de amaño. El palista de Zamora cree que Craviotto y Arévalo no rindieron al máximo en las dos primeras tiradas, perjudicando a él y a Toro en favor de Walz y Germade.
La Federación paró las pruebas, Toro y Garrote causaron baja –“por ansiedad”, según varios medios– y el proceso se reanudó con una nueva serie en la que sólo participaron los subcampeones del mundo. Garrote volvió a la carga: amenazó con publicar una conversación privada entre Craviotto y el seleccionador Miguel García. Y los implicados respondieron poniendo la situación en manos de sus abogados.
Desde la Federación se filtró un vídeo en el que se desmontaría el posible amaño, mientras el expresidente Juan Román Mangas y el Club Fluvial de Lugo (Toro) pidieron públicamente la repetición de las pruebas y depurar responsabilidades.El proceso está viciado y sólo una cosa está clara: el Arévalo es el más rápido de los seleccionables. Ayer lo volvió a demostrar, pero las aguas siguen revueltas en Trasona.