Amancio Amaro, exjugador del Deportivo, mito del Real Madrid y uno de los mejores jugadores que ha tenido el club blanco en su historia, cumplió ayer 80 años marcados por varios momentos inolvidables que iluminaron su carrera.

Entre el curso 1958/59 y la 1975/76 paseó por los campos su habilidad, sus regates inverosímiles, sus goles y sus éxitos: con el Real Madrid sumó 9 títulos de Liga, 3 de Copa, 1 Copa de Europa y una Eurocopa con España. Sus 80 años, se pueden resumir en 8 instantes:

1. Máximo goleador de Segunda División 
Antes de firmar por el Real Madrid en 1962, Amancio jugó cuatro temporadas en Segunda División en las filas del Deportivo. En su último curso en A Coruña marcó 25 goles en 26 partidos para convertirse en el máximo goleador de la categoría.

Después de desembolsar una gran suma de dinero, Bernabéu se hizo con los servicios de una de las joyas del fútbol español que durante la década de los 60 fue clave en la renovación del Real Madrid.

2. Anderlecht-Madrid: el debut de Amancio
Amancio debutó con el Real Madrid en un partido de la Copa de Europa el 26 de agosto de 1962 en la ronda preliminar ante el Anderlecht en el Bernabéu. Fue un debut agridulce. Por un lado, debutó junto a mitos como Puskás, Di Stéfano o Gento.

Pero, por otro, su equipo firmó un mal partido que acabó 3-3 y que complicó la eliminatoria. Después, en la vuelta, el Real Madrid perdió 1-0 y fue apeado de la competición a las primeras de cambio.

3. El título en la Eurocopa de 1964
Con España, Amancio participó en aquella final históricaante la Unión Soviética tras la que la selección ganó la Eurocopa. El 21 de junio de 1964, en el Bernabéu, España se jugó el título ante un equipo liderado por el portero Lev Yashin.

Todo el mundo recuerda el tanto de Marcelino, el 2-1 final en el minuto 84, pero pocos que Amancio estuvo en el once que doblegó a los soviéticos. 

4. Decisivo en la Copa de Europa de 1966
A lo largo de sus 14 temporadas en el Real Madrid, Amancio disputó diez ediciones de la Copa de Europa. Y finalmente logró un título, el de 1966, en el estadio de Heysel (Bruselas).

En la final ante el Partizan de Belgrado, Amancio inicio el camino de la remontada tras el tanto de Vasovic con un auténtico golazo. Su tanto, en el minuto 70, precedió al de Serena, en el 76, que dio la sexta Copa de Europa al Real Madrid.

5. Su única participación en un Mundial
España disputó el Mundial de Inglaterra 1966 dos años después de ganar la Eurocopa. Para el único Mundial que disputó Amancio, España tenía puestas muchas esperanzas.

Sin embargo, no pasó de la fase de grupos. Mal estreno y derrota ante Argentina (2-1), juego irregular pero victoria frente a Suiza (2-1) y buen fútbol y eliminación contra Alemania Federal (2-1). En aquel partido ante Suiza, Amancio, titular, dio esperanzas a la selección con el gol de la victoria que marcó en el minuto 75.

6. La entrada criminal de Pedro Férnandez
Jugar en Granada a mediados de los 70 era un suplicio para los delanteros. El clun nazarí tenía dos defensas durísimos, el paraguayo Pedro Fernández y el argentino Ramón Aguirre Suárez, que imponían la dictadura del miedo. Y, Amancio, fue una de sus víctimas.

El 8 de junio de 1974, en un partido de Copa, Pedro Fernández le rompió el cuádriceps con una entrada que los médicos compararon con una herida por asta de toro que necesitó 150 puntos de sutura y una intervención quirúrgica.

7. Su triste despedida de la Copa de Europa
La temporada 1975/76 iba a ser la última de Amancio en el Real Madrid. Amancio, lo sabía y cada partido que disputaba su equipo en la Copa de Europa, podía ser el último. Entonces, en semifinales, el Real Madrid se encontró con el Bayern Múnich. En la ida, empató 1-1.

En la vuelta, el Bayern eliminó al Real Madrid. Ganó 2-0. Pero la imagen icónica fue otra. Amancio, desesperado, fue expulsado en el 91 por desplazar la pelota. Cabizbajo, se marchó antes de tiempo al vestuario. Esa fue su última imagen en la Copa de Europa.

8. La gestación de la ‘Quinta del Buitre’ 
Tras su retirada, Amancio cambió el césped por los banquillos. Y, en una de sus experiencias como técnico, se encargó de gestar lo que después fue la ‘Quinta del Buitre’. Al cargo del Castilla, filial del Real Madrid, completó la temporada 1983/84 con un hito histórico: por primera y única vez, un filial se proclamó campeón.