El ordense Iván Raña se convirtió en 2002, al ganar la prueba disputada en Cancún (México), en el primer campeón del mundo español de triatlón, título al que añadió los dos Europeos que capturó ese año y al siguiente, en una brillantísima carrera que incluye dos quintos puestos en Juegos Olímpicos.
Diploma olímpico en los Juegos de Sydney 2000 (Australia) y en los de Pekín 2008, Raña, nacido hace 40 años y que ahora se centra en el Ironman y la larga distancia, explica qué planes tiene para el futuro, en el que se ve compitiendo “dos o tres años más”.
¿Cómo y dónde pasó el confinamiento?
Lo pasé en Lanzarote, donde sigo en estos momentos. Pensé que iba a ser menos tiempo, eso sí. Calculaba que, como mucho, esto iba a ser un mes. La verdad es que aquí, en el apartamento que tengo en el ‘Sands Beach’ no se está nada mal. El mar está enfrente, así que es un buen sitio para estar confinado. A Galicia volveré cuando abran los vuelos, no sé cuándo, aún. Aunque es posible que cuando eso suceda, vengan aquí algunos colegas a hacer una concentración de entrenamientos.
¿Se puede preparar un Ironman (3,8 kilómetros a nado, 180 en bici y una maratón -42,195- confinado?
Principalmente basaba casi todo en el rodillo. Hice mucho rodillo. Pero cuando vi que esto iba para largo dejé que se perdiese algo el fondo, eso ya lo recuperaré. He mantenido la potencia y la pedalada, sin embargo. A pie perdí algo, pero no tanto, porque tenía cinta, aunque la cinta es algo que no me gusta mucho. También tenía un gimnasio con gomas en mi habitación... La verdad es que me encuentro bien; no me ha venido mal. Estoy descansado.
¿Qué le pareció lo de (Jan) Frodeno (campeón olímpico en Pekín y triple ganador del Ironman de Kona, Hawai)? El alemán se ‘marcó’ un Ironman entero en su casa de Girona para recaudar fondos.
La verdad es que estuve bastante desconectado, aunque vi muchas locuras ‘indoor’ durante el confinamiento. El asunto de Frodeno, al tener un trasfondo benéfico, lo puedo entender más. Pero en líneas generales no comparto esas locuras ‘indoor’, porque pueden ser contraproducentes, sobre todo si te equivocas. Él mismo sabe que hacer un Ironman ‘indoor’ no es sano. Si no lo es al aire libre, imagínate dentro... Pero está claro que si hay un asunto benéfico detrás, está bien. Y lo aplaudo. Aunque, sin un trasfondo benéfico, yo no lo haría.
¿Cuáles son sus planes, ahora mismo?
El plan es básicamente mantenerme activo. Voy cogiendo ritmo, pero sin volverme loco. Parece que van poniendo fechas para las competiciones, pero luego las cambian. Ya sabía que Kona se iba a suspender este año. Así que haré alguna carrera en España, larga o corta. Ahora me centro en mantener el cuerpo activo, estoy haciendo una especia de pretemporada más larga. Puede que antes de finales de año haga algún 70.3 (Medio Ironman). El único Ironman anunciado es el de Hamburgo (a principios de septiembre), pero me pilla demasiado pronto, así que a ése no iré. En cualquier caso, no veo nada claro cuándo volverán a anunciar carreras.
Estos días, por ejemplo, ¿qué está haciendo?
Llevo esta última semana muy buena de entrenamientos. Un día sí y otro no hago bici. Nado en el mar y hago rutina de gomas en el gimnasio. Y ya corro fuera. Al ser deportista profesional tengo más libertad de horarios, aunque en bici suelo salir temprano, porque aunque luego demuestres con papeles quién eres y qué haces, te pueden parar. Así que prefiero hacerlo a primera hora.
El Ironman de Kona de este curso se disputará en 2021, año en el que habrá dos: el aplazado y el de esa temporada, en octubre. ¿Cuál de ellos hará, si se clasifica?
Si finalmente hay carreras en noviembre y diciembre y me clasifico para febrero, igual voy al de febrero, porque me podría pillar mejor. La gente va a tener muchas ganas de competir y en las primeras carreras que haya el nivel va a ser alto. En cualquier caso, va a ser un año raro. Y el que dispute Kona en febrero no creo que vaya luego otra vez al de octubre.
Usted fue olímpico tres veces y por muy poco no lo fue una cuarta vez. ¿Cómo cree que le hubiese afectado, de aquella, cuando estaba entre la elite de la distancia olímpica, un aplazamiento de unos Juegos, como ha sucedido con los de Tokio?
En mi caso, creo que no me hubiese afectado. Cuando estaba en la distancia olímpica, con tantas carreras en un año, igual te puede salir bien la jugada. Cuando estás arriba es muy estresante.
Y a los nuestros, ¿cómo cree que les puede afectar el aplazamiento de los Juegos?
Yo creo que a Mario (Mola) le va a venir bien el aplazamiento; él se lo toma todo con mucha tranquilidad. Otros, incluido yo, éramos, por decirlo de alguna manera, más estrictos; y esto es algo que te puede llegar a saturar. Lo que tiene que hacer este año es rodar y entrenar bien; y el año que viene, ir a tope. A Javi (Gómez Noya) igual le trastoca algo más, porque el año que viene tendrá 38 y él también quiere hacer Hawai. Y a (Fernando) Alarza creo que también le puede venir bien el aplazamiento de los Juegos. Luego, veremos qué pasa. Aún están por confirmarse la mayoría de las carreras.
El mes que viene cumplirá usted 41 años. ¿Cuánta mecha le queda?
No sé, pero este año, de mano, no lo voy a contar, así que a efectos personales, seguiré teniendo cuarenta (ríe) y por eso retrasaré mi retirada un año más. Este año apenas pude competir en el 70.3 de Dubai, más que nada para ‘despertar’ el cuerpo; porque luego Suráfrica lo suspendieron.... Pero para hacer una o dos carreras buenas al año, creo que me veo dos o tres años más compitiendo.