“Ninguna décima de segundo en los Juegos puede valer tanto como aportar algo contra el coronavirus”. Así de tajante se muestra Susana Rodríguez, doble campeona del mundo de triatlón paralímpico y médico residente en el hospital de Santiago de Compostela en la especialidad de Medicina Física y Rehabilitación.
La triatleta gallega y su guía Paula García revalidaron en 2019, en Suiza, su título de campeonas del mundo en la categoría de discapacidad visual en tándem logrado en 2018 en Australia.
Además, 2019 fue un año redondo para Susana, que también cumplió su sueño de participar en un Mundial de atletismo. Lo hizo en Dubai, con Celso Comesaña de guía, y finalizó cuarta en los 1.500 metros de la categoría T11.
Unos meses después, y con la ilusión aún en mente por acudir a los Juegos de Tokio, las prioridades de Susana están cambiando.
“El deporte me gusta muchísimo, los Juegos son una de mis grandes prioridades, les llevo dedicando mucho esfuerzo, pero me preocupa esta situación. Sinceramente, para mí, el objetivo, es entrenar lo máximo posible dentro de mis circunstancias, pero si me preguntas si en dos semanas tengo que elegir entre ir a entrenar a un sitio seguro o quedarme en Galicia ayudando, opto por lo segundo”, confiesa.
“Tengo claro que si en lo más mínimo puedo aportar con mi trabajo a que esta situación mejore, no me iría a Tokio. Ninguna décima de segundo en los Juegos puede valer tanto como aportar algo contra el coronavirus. Esto es algo que depende de todos. Si todos pensamos en nuestros Juegos, en nuestras opciones de medallas, no mejoraremos”, señala.
“Es ahora cuando los valores del deporte tienen que salir a relucir, y no el día en que eres campeón del mundo. Este problema no entiende de países o de salarios. A todos nos afecta y por eso, cuando pase, espero que el día de mañana haya apoyos para el deporte, que ahora lo está pasando mal”.
Para Susana, “la decisión más sensata sería aplazar los Juegos”.
“Mi prioridad es en este caso aportar a la sanidad gallega. Mi especialidad no es la que está en el frente de la batalla, pero cuando se complique más en Galicia todos tendremos una reubicación. Sé que hay gente a la que le preocupara tener una piscina para nadar, pero no está en mis prioridades vitales ahora”, apunta.
Susana vive entre Vigo, donde entrena, y Santiago, donde trabaja. Sus compañeras de piso son Ana Casal, que trabaja en Neumología, y Ana Teresa Alfonso, que lo hace en Medicina Interna.
“Sus servicios están afrontando este problema más que yo, que de momento tengo un servicio con algunos pacientes ingresados, aunque la mayor parte son ambulatorios. Vienen a consultas y hacen trabajo de fisioterapia, logopedia o terapia ocupacional”, relata.