Charles Leclerc saldrá primero en el Gran Premio de Austria, noveno del Mundial, al firmar una brillante pole en Spielberg, donde superó a Lewis Hamilton –posteriormente sancionado con tres posiciones en parrilla– y salvó el honor de Ferrari, cuyo ‘capitán’, Sebastian Vettel, ni siquiera salió a pista en la Q3.
Leclerc relegó a un segundo plano la decepción de su jefe de filas y firmó la segunda pole de su carrera en F1, después de la de abril en Bahrein. Lo hizo al cubrir los 4.318 metros de la pista de Estiria en 259 menos que el líder del certamen.
Su acción en la Q1 –respondida con una ‘peineta’ por parte de Raikkonen– le mandó a la tercera línea y colocó en la primer a Max Verstappen.
Circunstancia que para nada deslució la extraordinaria actuación de Leclerc, que firmó la vuelta más rápida de la historia del circuito austriaco.
Verstappen, ganador el año pasado en Spielberg, invita a soñar a los más optimistas con que el futuro ya estuviese aquí; en una categoría que vive su sexto año de aplastante dominio de Mercedes, líder claro en ambos campeonatos, tras sumar los ocho triunfos del año, seis de ellos con ‘doblete’.
Sorprendente Norris
La sanción de Hamilton benefició también a su compañero Valtteri Bottas, que saldrá tercero; al lado de un sorprendente Lando Norris, gracias también a la penalización –por reemplazar la caja de cambios –a Kevin Magnussen
Carlos Sainz, séptimo en el Mundial, nada pudo hacer, salvo morirse de rabia al ver que el coche iba fenomenal el día que sabía que, pasase lo que pasase, arrancaría desde el fondo del grupo. Por sustituir motor y caja de cambios. El madrileño buscará una remontada difícil, pero a la que no renuncia.
Así, Leclerc dispone de una nueva oportunidad de inaugurar su casillero de victorias, y así dar una alegría a Ferrari y cortar la racha tiránica de los imbatibles Mercedes.