Cómo volverán a los entrenamientos los deportistas de elite, el regreso de las competiciones a puerta cerrada, cómo será el futuro con público, las relaciones con los aficionados y el estado psicológico de los profesionales en su reenganche al trabajo, marcarán la agenda de la nueva normalidad tras la crisis generada por el coronavirus.
En sólo dos meses, el modo de vida de la sociedad ha cambiado radicalmente. Ya nada es como era. Casi todo tardará en volver a ser igual que antes y el deporte tampoco se librará de los cambios. Se tendrá que adaptar a ese nuevo rumbo que marcará la transición hacia el regreso a tiempos mejores. Y, muchos de esos cambios afectarán a diversos espectros a los que habrá que acostumbrarse.
Jet Lag’ mental en el regreso
El primero de ellos, será el choque psicológico que podrían sufrir los deportistas cuando regresen al trabajo después de más de 50 días confinados en sus casas. Sujetos a unas costumbres, volver a la rutina anterior debería ir de la mano de una preparación mental para acelerar la vuelta a los automatismos.
Oriol Mercadé, psicólogo deportivo, analizó para Efe cuáles serán los principales retos a los que tendrán que hacer frente los profesionales en sus primeros entrenamientos o encuentros y cuando el público vuelva a los recintos deportivos, posiblemente la temporada que viene. Prácticamente, deberán combatir una especie de ‘jet lag’ primigenio.
“Va a costar recuperar que el cuerpo y la mente estén focalizados. Es muy diferente tener cada día un entrenamiento a pasarte el día mirando Netflix y wasap. Cuesta mucho. Ellos van a notar que les cuesta centrarse en lo que dice el entrenador o en la acción.
Su cerebro se ha acostumbrando a estar divagando sin ningún tipo de centramiento”, afirma Mercadé.
Para ello, a su juicio, preparar psicológicamente a los deportistas antes de regresar al trabajo podría ser muy útil. Hacer “visualizaciones” o “control de pensamientos” ayudarán más a un profesional que ha roto su rutina completamente y que vuelve a trabajar de golpe.
Actualmente, los deportistas con los que trabaja Mercadé entran en esa fase de visualización. Es decir, trabajan mentalmente las acciones que van a realizar para que sus cerebros completen las conexiones neuronales al hacer un movimiento.
Nueva relación aficionado-deportista
Sin duda, la ausencia de esos aficionados que puede suponer un choque en los deportistas, también tendrán mucha influencia en la nueva relación con éstos. El contacto será el mínimo, por no decir casi nulo. Se acabarán muchas situaciones antes normales como firmar autógrafos, recibir los autobuses de los jugadores o, simplemente, cuando acudan a los estadios, celebrar goles con los hinchas.
Primero, por protocolo. Segundo, porque entre los propios deportistas es posible que haya algún tipo de muro psicológico que lo impida. En el primer aspecto, Rafael Ramos, presidente de AEMEF (Asociación Española de Médicos de Fútbol), indica que los contactos, hasta la vuelta a la normalidad, se acabarán con seguridad.
“Hoy, esas situaciones son impensables. Siempre he dicho que si volvemos a una competición, será distinta. ¿Si me preguntan cómo va a ser dentro de cuatro o cinco meses que volvamos a la Liga del año que viene? Dependerá mucho de la situación epidemiológica que tengamos los países. Pero ya digo que de aquí a un tiempo largo, mi sensación es que todo ese tipo de cuestiones vamos a prescindir de ellas”, afirma.
“El acceso va a ser totalmente controlado. Esas imágenes, ese formato que teníamos de fútbol hace dos meses, por lo menos ahora, no. Y la Liga que viene, me temo que si no cambian mucho las cosas, nos vamos a olvidar de eso”, apunta Ramos.
M ás cuidado en centros cerrados
Las posibilidades de contagio en un pabellón cerrado son mayores que en un estadio al aire libre. Ramos incide en duplicar los cuidados en los pabellones. De momento, opina que nadie va a entrenarse en recintos de ese tipo porque muchos de esos centros tendrán dificultades económicas para instaurar medidas de protección más duras.
Juan José Pérez Toledano, médico de Estudiantes y presidente de la Asociación española de médicos de baloncesto (AEMB), afirma que están trabajando para un protocolo enfocado al baloncesto que sería extrapolable a otros deportes como el fútbol sala o el balonmano. Los de agua, como la natación, tendrían un tratamiento similar.
“La limpieza y desinfección de instalaciones tienen que ser iguales. Lo único, que en las piscinas no hay contacto tan estrecho con otros deportistas. Estás en el agua, es un deporte individual, no es de contacto”, dice Toledano.
Eso sí, la desinfección será intensa, desde el césped, a las gradas pasando por las redes de las porterías.
R uedas de prensa telemáticas
La prensa, con un papel importante en la relación con los deportistas, también “desaparecerá”. Por lo menos, en lo que resta de temporada de los deportes que tienen que concluir sus campeonatos. Se evitará el contacto con los jugadores y, aunque todavía no hay ninguna norma concreta, es posible que las ruedas de prensa telemáticas sirvan como herramienta para acercar a los deportistas y a los medios de comunicación.
“Así puede ser. El contacto va a ser mínimo. Aún no se ha pensado. Pero, además, creo que no se van a autorizar como antes tantas acreditaciones. Ya no se verán 80 acreditaciones en un partido. Se va a limitar. Todos nos jugamos mucho y cuanta más controlada esté la situación, mucho mejor. Todas las medidas se irán implementando cuando la posibilidad de jugar sea real. Se irán mejorando protocolos”, manifiesta Ramos.
Tets de control y contacto semanales
Pero para llegar a todas esas situaciones, antes hay que dar un primer paso: los test que ya están marcha en deportes como el fútbol para saber con exactitud si jugadores, cuerpo técnico o empleados portan el coronavirus o no. No habrá sólo uno. Deberán hacerse varios. Así lo confirman tanto Ramos como Toledano.
“Sí que habrá que repetirlos de vez en cuando. Todos los días, una autoevaluación por parte del deportista de su estado de salud.
La idea es que cada día se tome la temperatura el deportista o la persona que vaya a la instalación antes de la sesión de entrenamiento”, explica Juan José Pérez Toledano.