El ciclismo femenino profesional pasa por un momento dulce y, a partir de este domingo, dará un paso más en su consolidación con la disputa del Tour de Francia, que de la mano de ASO (la empresa organizadora de la carrera), la Unión Ciclista Profesional (UCI) y patrocinadores, regresa con fuerza 33 años después de su última edición.
Cuando este 24 de julio el maillot amarillo de la carrera masculina celebre su victoria con champán en los Campos Eliseos, el pelotón femenino iniciará un recorrido de ocho etapas que culminará el próximo día 31 del mismo mes en lo más alto del puerto de la Planche des Belles Filles.
La organización repartirá 250.000 euros en premios, una cifra muy inferior si se compara con los cerca de 2,3 millones de la carrera masculina.
"Queda algún paso a dar, pero los pasos no hay que darlos de manera tan brusca y de 0 a 100. Todo avance es bienvenido. Tener una prueba como el Tour de Francia y conseguir visibilidad creo que ya es importante. En los siguientes años, seguro que llegarán más patrocinadores", opina en una entrevista con EFE Ane Santesteban.
Esta ciclista española del equipo BikeExchange, que este julio cumplirá el "sueño" de correr la 'Grande Boucle', sabe de lo que habla. Ella ha vivido en primera persona los años en los que el ciclismo femenino deambulaba por la senda del amateurismo.
La corredora de Rentería (País Vasco), de 31 años, estuvo a punto de colgar la bici, pero en 2016 una plaza en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro le permitió alargar su carrera gracias a una beca. Ahora goza de la estabilidad de formar parte de un equipo de la máxima categoría del ciclismo femenino.
EL SUELDO MÍNIMO, UNA DE LAS CLAVES
Desde hace unos años, Santesteban se puede dedicar exclusivamente a su pasión. La apuesta de escuadras punteras del pelotón masculino como el Movistar, el UAE-Team Emirates y el Jumbo-Visma por el ciclismo femenino ha sido una de las claves.
A ello se ha sumado el empeño de la Unión Ciclista Internacional (UCI) en aumentar el salario mínimo de las ciclistas que compiten en equipos de la máxima categoría (World Teams).
En 2020 el salario mínimo de las ciclistas fue de 15.000 euros al año y ascendió hasta los 20.000 euros en 2021. Este curso ha alcanzado los 27.5000 euros, mientras que en 2023 está previsto que se sitúe en los 32.100, según anunció hace un año la UCI.
"Pusieron la norma de un salario mínimo en todos los equipos de élite. Además, mi equipo sí que lo igualó con el salario mínimo del equipo masculino. Es un buen salario y te puedes dedicar a ello. Recuerdo que hace unos años que no tenía para hacerme un masaje. Todas estábamos estudiando o trabajando y era imposible dedicarse al ciclismo", añade Santesteban.
EL DESEMBARCO DEL TOUR
El regreso del Tour de Francia al pelotón femenino se produce después de que otras carreras míticas como La Vuelta, con la promoción de la Ceratizit Challenge, o la París-Roubaix dieran antes el paso.
Amaury Sport Organisation (ASO), empresa organizadora de la ronda francesa masculina, buscó apoyos para que la carrera fuera una realidad. Y así fue como en 2021 se alió con Zwift, la plataforma de ciclismo virtual.
La compañía estadounidense se convirtió en el patrocinador principal de la carrera femenina. De hecho, el nombre oficial del evento es Tour de France Femmes avec Zwift.
Una de las figuras relevantes de esta alianza es Kate Veronneau, directora de contenido y estrategia para mujeres de Zwift. Esta exciclista profesional estadounidense recuerda que el acuerdo fue una realidad, en parte, gracias a la pandemia del coronavirus.
"Trabajamos con ASO para organizar el Tour de Francia virtual en nuestra plataforma. Invitamos a todos los equipos del World Tour, tanto mujeres como hombres. Lo emitimos en directo, la distancia de las etapas era la misma tanto en hombres como en mujeres. Fue un gran éxito", rememora.
Fue, en parte, esa primera experiencia lo que abrió las puertas a que Zwift cerrará un acuerdo para que el renacimiento de la ronda francesa femenina fuera una realidad. Su regreso tras años de ausencia se explica, según Veronneau, por la inversión y el interés mediático en el ciclismo femenino que se ha evidenciado en los últimos cuatro años.
"La clave de la explosión del ciclismo femenino ha sido el aumento de la inversión y la emisión televisiva. Las carreras femeninas son buenas, siempre han tenido el potencial para serlo.
Necesitábamos más ojos en las carreras y más gente creyendo en ella", reflexiona.
Por ello, Veronneau defiende el vínculo de Zwift con el Tour de Francia femenino, ya que significará "una gran exposición" para una plataforma que cuenta con un 18% de mujeres entre sus usuarios.
El Tour de Francia se sube al tren del ciclismo femenino
