Cuarenta ocho horas después de perder por 27 puntos en San Francisco, los Lakers le devolvieron la paliza a los Warriors (127-97) para colocarse con 2-1 en la serie, lo mismo que otro cabeza de serie inferior, los Heat, tras doblegar por 105-86 a los Knicks. Ambos proceden del play-in.

Los defensores de anillo, un extraño caso de Jekyll y Hyde esta temporada, volvieron a ofrecer una mala imagen a domicilio, en un partido que dejó un par de detalles de LeBron James (21 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias). El primero, curioso: no lanzó una sola vez a canasta en el primer cuarto por primera vez en sus 275 partidos de playoffs, marca histórica de la competición. El segundo, la entrada en el top-5 de todos los tiempos en postemporada en el apartado de rebotes, al superar a otra leyenda de los Lakers, Kareem Abdul-Jabbar.

Al contrario que los Warriors, huérfanos, por enfermedad, de Kevon Looney, otro acostumbrado a ser Jekyll y Hyde, Anthony Davis, ofreció su mejor cara: 25 tantos, 13 rechaces, 3 pases de canasta, 3 robos y 4 tapones, después de su flojísimo segundo partido de la serie. D'Angelo Russell (21 puntos, con 5 de 8 en triples, y 5 asistencias) completó el trío de ases del conjunto angelino, que volverá a ejercer como anfitrión en el cuarto capítulo.

Los de Steve Kerr, pilotados por Stephen Curry (23), arrancaron bien: 23-30 en el primer cuarto. Pero naufragaron en los periodos pares, donde encajaron un parcial de 77-47 que marcó la diferencia final. 

Abrió la jornada el triunfo de los Heat, que dieron a los Knicks una buena dosis de su propia medicina, la defensa, en el regreso de Jimmy Butler (28 puntos) tras perderse el segundo encuentro de la eliminatoria. 

Los pupilos de Erik Spoelstra, entre los que también destacaron Max Strus (19 tantos), y Bam Adebayo (17 y 12 capturas) y Kyle Lowry (14, 3 y 4 pases letales), dominaron de cabo a rabo. Ni un sola ventaja tuvieron los visitantes durante los 48 minutos. 

Ni siquiera necesitaron los Heat de una puntería excelsa (28 de 58 en tiros de dos y 7 de 32 en triples) para dominar sin apuro alguno a un rival que sólo acertó en 8 de sus 40 lanzamientos de larga distancia, con dos de sus referentes, Jalen Brunson (20 puntos) y Julius Randle (10 y 14 rebotes), firmando sendos 0 de 5, y el tecero, RJ Barrett (14 tantos), un 2 de 7.

Partido tranquilo para el equipo de Miami, que jugará el cuarto de nuevo en casa, apenas turbado por un incidente en los segundos finales del tercer cuarto, tras una pelea por capturar un rebote. Randle, Isaiah Hartenstein, Cody Zeller y Caleb Martin fueron los protagonistas. Por fortuna, la pelea no fue mucho más allá de intentar hacerse con el balón.