Campeones de la Copa Davis dos años consecutivos. Campeonas de la Billie Jean Kean. Jannik Sinner como primer ‘Maestro’ italiano y campeón de dos Grand Slam como los de Australia y Estados Unidos. Jasmine Paolini como finalista en Roland Garros y Wimbledon. Oro olímpico femenino en dobles. Lorenzo Musetti como bronce. El 2024 en el tenis fue italiano.
El 24 de noviembre de 2024 cerró un año histórico para el tenis ‘azzurro’. Porque se confirmó como la mejor nación del momento. La más completa, la más competitiva, el claro rival a batir por el nivel en lo individual y en lo colectivo en todas las competiciones, incluyendo también tanto el dobles como el dobles mixto.
También por la masa social que mueve. En Málaga superaron las expectativas. Y las Finales ATP, la antigua Copa de Maestros, cuyo contrato con Turín expira en 2025, se quedarán otros 5 años en Italia. Los italianos siguen el tenis.
En Málaga, los ‘Azzurri’ rubricaron un doblete histórico, el de Billie Jean Kean y Copa Davis, que no se lograba desde que Rusia lo consiguió en el 2021 bajo la bandera neutral. Doblemente Campeona del Mundo.
El conjunto transalpino es ahora el quinto país que consigue en un mismo año el título de la Copa Davis y de la Billie Jean King, antes Copa Federeación. Estados Unidos, Australia y la República Checa son los otros equipos, al margen de Rusia, que anteriormente lo lograron.
Italia acumula ahora cinco títulos de la Copa Billie Jean King -2006, 2009, 2010, 2013 y 2024- y dos finales perdidas -2007 y 2023.
El cuadro masculino, con el obtenido este domingo en Malaga, suma tres Ensaladeras (1976, 2023 y 2024) y seis finales perdidas más (1960, 1961, 1977 y 1979, 80, 98). Italia es la primera selección nacional en defender el título de la Copa Davis como lo hizo la República Checa en 2012 y 2013.
Estados Unidos (1978-79 y 1981-82), Suecia (1984-85 y 1997-98), Alemania (1988-89), España (2008-09) y República Checa (2012-13).
Evidentemente, el gran héroe, el gran nombre, el gran referente, es Jannik Sinner. El tenista de San Cándido, a sus 23 años, es ya historia. En junio ascendió a lo más alto del ranking ATP y se ha mantenido como número 1 desde entonces.
Un total de 24 semanas en lo más alto con una solvencia envidiable. Y la renta que tiene le permite estar tranquilo porque pase lo que pase será número 1 hasta el final del Abierto de Australia en el que defenderá el máximo de puntos.
Fue él el que certificó el hito de la Davis con la victoria decisiva ante el neerlandés Tallon Griekspoor tras una temporada extremadamente larga para él. Aterrizó en la Costa del Sol como campeón invicto de las Finales ATP de Turín sin ceder un set, algo que no pasaba desde que lo lograra una leyenda como el checo Ivan Lendl en 1986.
El 28 de enero levantó su primer Grand Slam. Dio el pistoletazo de salida a un año histórico. Y pocos pensaron que podría ser así, porque parecía que todavía le quedaba algún tiempo para explotar. No solo explotó, sino que es ya una realidad asentada.
Miami y Cincinatti siguieron. En Estados Unidos ganó su segundo grande. Shanghai culminó en categoría Masters 1.000. También venció en torneos con menos puntos como Halle y Rotterdam. Ya en octubre se coronó como el primer campeón del Six Kings Slam agenciándose también el mayor bote del tenis: unos 7 millones de euros.
Y en Turín cerró el circuito ATP arrasando para ganar por primera vez en casa. Sin perder un set. Un final de temporada por todo lo alto. Pero le supo a poco y lideró a Italia en la Davis para agigantar su relevancia.
Solo la polémica por el positivo en Indian Wells ha mermado su año. Fue declarado inocente por la Agencia de Integridad Internacional del Tenis al entender que ingirió clostebol de manera involuntario en un masaje que recibió de su fisio sin guantes, pero la Agencia Mundial Antidopaje presentó un recurso y tendrá que emitir una sentencia en los próximos meses.
Pero es que Italia no solo ha sido Sinner. Porque Jasmine Paolini ha sido una grandísima revelación en el circuito WTA. El 24 febrero ganó su primer Masters 1.000, el en Dubai. Poco después alcanzó la final de Roland Garros e igualó ronda en Wimbledon. Dos finales en su primer gran año.
Con Sara Errani formó una dupla temible en el circuito. Juntas ganaron en casa, en Roma. Fueron también finalistas en Roland Garros. Y su gran momento, indiscutiblemente, fue el oro de París. Primer oro olímpico en la historia del tenis transalpino. Otra hazaña.
No llegó sola porque Lorenzo Musetti se quiso sumar a la fiesta con un inesperado pero merecido bronce olímpico con tan solo 22 años.
El caso de Berrettini es también especial. No estuvo en la pasada edición. Fue solo apoyo moral. Pero en esta, tras varios años de idas y venidas, de cambios de entrenadores, de una depresión que le complicó su recuperación tras las lesiones, llegó su momento. Jugó, cumplió y ganó. Quién sabe si ahora puede seguir remontando.
También fue un gran año para el dobles, aunque algo más amargo. Simone Bolelli y Andrea Vavassori llegaron a la final de Australia y de Roland Garros, aunque se quedaron a las puertas de la gloria.
Eso sí, llegó en el dobles mixto con Errani y Vavvasori, que ganaron en Estados Unidos.
El 2024 del tenis encumbró a Italia. Doble Campeona del Mundo, con Sinner como número 1 y ‘Maestro’, con Paolini como gran aspirante y revelación y con la sensación de que ambos tiene muchas opciones de volver a ser protagonistas en la próxima campaña. El tenis italiano está de moda