El serbio Novak Djokovic (n.1) no se arrugó con el intenso calor y se sobrepuso por octava vez al estadounidense Taylor Fritz, por 7-6(3), 4-6, 6-2 y 6-3, en tres horas y 44 minutos, para convertirse en el primer semifinalista del Abierto de Australia.
“Espero verte con la raqueta dentro de poco. He sufrido mucho en los dos primeros por su nivel. Hacía mucho calor y con el sol fuera, era complicado”, dijo el serbio al local Nick Kyrgios que fue el entrevistador sobre la pista tras la conclusión del choque.
Su rival se conocerá tras la conclusión del choque que enfrenta al italiano Jannik Sinner (3) con el ruso Andrey Rublev (5), en el último turno de la noche programado en la pista central Rod Laver Arena.
“Sinner está jugando el mejor tenis de su vida. Hemos tenido últimamente partidos muy justos”, agregó sobre el que podría ser su próximo rival.
El de Belgrado consiguió su undécimo pase para las semifinales en Melbourne Park e igualó al local Jack Crawford, en una clasificación liderada por el suizo Roger Federer con 15 presencias en semifinales.
El calor no pudo aliarse con un Fritz que estuvo a punto de vencerle en su templo, la Rod Laver Arena, en la edición de 2021. En aquella ocasión, el estadounidense le igualó dos sets de desventaja y el serbio se recuperó de manera milagrosa de una lesión que le impedía moverse. El público tuvo que ser desalojado porque la cuarentena por covid entró en vigor a partir de la medianoche y el final fue el de siempre en Melbourne Park: victoria de Djokovic.
Fritz, con los ojos vidriosos, no escondió su descontento en rueda de prensa con la actitud del serbio, pero tampoco fue capaz de encontrar la fórmula para acabar con el tenista más laureado de todos los tiempos.
Tres años más tarde, el único representante estadounidense en el cuadro tenía la oportunidad de cobrarse la venganza de aquella fatídica noche en una jornada en Melbourne Park que atrajo a más gente que en los últimos días, después de que la temperatura máxima aumentara en once grados, de 20 a 31, en cuestión de un día.
Djokovic, que llevaba 15 partidos consecutivos de noche antes de su choque en la ronda anterior contra el galo Adrian Mannarino (20), sufrió físicamente el intenso calor durante los dos primeros parciales, de suma igualdad, ante un Fritz que es diez años menor que el primer clasificado mundial.
La principal diferencia al final del choque entre ambos tenistas fue la efectividad con el saque, después de que Djokovic acumulara un 82% de los puntos disputados con primeros servicios, que contrataron con el 66% de Fritz. Esto conllevó a que el serbio contara con 21 puntos de rotura a lo largo del choque, mientras que Fritz tan sólo dispuso de seis oportunidades.
Otra de las grandes diferencias fue la variedad en el tenis del serbio, que se apoya en saques y golpeos de fondo con diferente efecto, altura y profundidad, mientras que el de San Diego abusó de la misma unidimensional propuesta: potentes saques planos y feroces golpeos desde la línea de fondo.
Los rápidos tiros de Fritz perdieron fuelle al regresar del baño, en el que estuvo durante casi ocho minutos, tras la conclusión del segundo set, después de que el intenso sol se escondiera por detrás de la pista y diera oxígeno a un Djokovic que recuperó energía.
El vigente campeón acabó el choque con 20 saques directos, 52 golpes ganadores y 26 errores no forzados.
Djokovic tendrá la oportunidad de extender a 34 su racha de victorias que arrancó en la primera ronda de la edición de 2019, frente al estadounidense Mitchell Krueger, y que se convirtió durante la edición pasada en la más larga tras superar al exnúmero uno Andre Agassi, que ganó 26 partidos seguidos. EFE