Cuando uno ha conquistado ya todo lo posible en su deporte, la historia y los récords son casi los únicos rivales que le quedan. Algo así le sucede a Novak Djokovic, que este domingo derribó otra barrera formidable al igualar con su 'grand slam' número 24 la legendaria marca de Margaret Court.
Aparecen nuevos 'enemigos' extraordinarios, como Carlos Alcaraz, y todavía siguen viejos roqueros que le miran de tú a tú en el olimpo del tenis, como Rafa Nadal (ahora fuera de competición), pero el genio de Belgrado, que este domingo triunfó en el Abierto de Estados Unidos, continúa haciendo lo que mejor se le ha dado en su impresionante carrera: ganar, ganar y seguir ganando.
"Con 36 años, cada final de 'grand slam', no lo sé, podría ser la última. Creo que probablemente valoro estas ocasiones y oportunidades de ganar otro 'grand slam' más que quizá hace diez años", reflexionó en una rueda de prensa el viernes.
"Todavía tengo algunos años por delante, pero no sé cuántos son ni en cuántos de ellos jugaré los cuatro 'grand slam' en una temporada completa. Así que entiendo la importancia de esto", agregó.
36 primaveras han pasado desde que nació este prodigio de la raqueta que creció en los años 90 de la guerra en los Balcanes y que se formaría también en Alemania como tenista siendo todavía un niño.
Llegó al circuito profesional en 2003 y ganó sus dos primeros títulos (Metz y Amersfoot) en 2006. Para entonces, Nadal, solo un año mayor que el balcánico, ya había conquistado dos Roland Garros.
Parecía que el tenis masculino caminaba hacia un cara a cara feroz entre Nadal y Roger Federer, pero Djokovic se hizo un hueco hasta que la rivalidad fue a tres bandas.
Así surgió el 'big three', que desde Wimbledon 2003 ha ganado 66 de los 81 'grand slam' disputados.
La 'tercera vía' que patrocinaba Djokovic logró su primer Masters 1.000 en 2007 (Miami) y un año después arrancó su idilio con el Abierto de Australia, el 'grande' que más veces ha conseguido (diez, récord de ese torneo).
A partir de 2011 se instaló definitivamente en la élite del tenis con un año monumental en el que ganó diez torneos, incluidos el Abierto de Australia, Wimbledon y el Abierto de EE.UU.
Mejor aún sería el 2015, con once títulos en total -de nuevo, 'triplete' en Abierto de Australia, Wimbledon y Abierto de EE.UU-.
Esos dos magníficos años y el 2021 han tenido en 2023, ya más cerca de los 40 que de los 30, un asombroso reflejo ya que este año también ha ganado tres 'grand slam'. Solo se le escapó el pleno porque Alcaraz se interpuso en su camino en Wimbledon en una final maravillosa.
También se quedó a un solo paso del cuatro de cuatro en 'grand slam' en 2021, pero esa vez fue más doloroso ya que cayó en la última final (Abierto de EE.UU.) precisamente frente a su rival esta noche, Medvedev.
Extraordinariamente longevo y persistente para mantenerse en la cumbre pese a su edad, Djokovic ha seguido escalando sin descanso hasta alcanzar algunos récords absolutamente asombrosos.
Por ejemplo, es el tenista (hombre o mujer) que más semanas ha estado en el número uno del ránking mundial con 389, el que más finales de 'grandes' ha disputado (36) y el que más 'grand slam' tiene en la Era Open (antes compartía el récord con Serena Williams, que consiguió 23).
También es el único en la ATP que ha ganado los nueve Masters 1.000, una categoría en la que tiene el récord total de trofeos con 39.
Con Federer retirado y Nadal recuperándose de sus problemas físicos, Djokovic, en cambio, ha brillado recientemente con un nivel competitivo espectacular, tanto que acumula un impresionante 12-3 en finales de 'grand slam' desde que tiene 30 años.
También se convirtió este domingo en el vencedor en Flushing Meadows de mayor edad en la Era Open superando los 35 años que tenía Ken Rosewall en 1970.
No todo han sido sonrisas y palmaditas en la espalda puesto que Djokovic, a menudo en el ojo del huracán y siempre 'encantado' de nadar en la controversia, levantó una enorme polémica por su negativa a vacunarse contra el coronavirus.
Por esa razón, Australia le deportó en 2022 cuando intentaba competir en el primer 'grand slam' de ese año y no compitió en EE.UU. desde finales de 2021.
Este verano ha regresado por todo lo alto a tierras estadounidenses con su triunfo en el Masters 1.000 de Cincinnati y el Abierto de EE.UU., pero a la vuelta de la esquina le espera otra cita con la historia nada más empezar 2024: el Abierto de Australia, su 'reino' particular y en el que podría ganar su 'grand slam' número 25