El serbio Novak Djokovic doblegó la resistencia del argentino Tomás Matín Etxeberry y dio el primer paso hacia la conquista de su séptimo título en el Mastres 1.000 de París con una victoria por 6-3 y 6-2.
Fue el decimotercer triunfo consecutivo para el serbio, que no pierde desde la final de Wimbledon contra el español Carlos Alcaraz, y se acerca un poco más a acabar el año en cabeza del ránking, sobre todo tras la eliminación prematura del número 2 en París.
A sus 36 años, muy selectivo con los torneos que disputa -se saltó la reciente gira asiática y estuvo 46 días en el dique seco-, Djokovic exhibe la misma contundencia que le ha aupado al techo del tenis.
Etxeberry, que ya lo comprobó este año en el Mastres 1.000 de Roma, volvió a obtener una prueba de ello en la pista dura de París, donde, pese a que desplegó un gran tenis en el primer set, nunca puso en peligro el triunfo del serbio.
Así es Djokovic, que no relaja nunca la presión, que aguantó el buen juego de servicio del de La Plata durante siete juegos y al octavo, cuando vio una pequeña griega, entró en tromba a por el partido.
Encadenó cuatro juegos seguidos que le valieron para apuntarse el primer parcial y encarar con ventaja el segundo, en el que la moral de Etxeberry ya no fue la misma y su tenis cayó algunos enteros.
Mala receta contra el serbio, que se alzó con el triunfo en algo menos de hora y media de juego, y que ahora desafía al neerlandés Tallon Griekspoor, 23 del ránking a sus 27 años, que esta temporada probó ya la receta del serbio en Dubai, la misma con la que le barrió en el Abierto de Estados Unidos de 2021.
Sin Alcaraz y sin el número 3 del mundo, el ruso Daniil Medvedev, eliminado también en su primer duelo, el camino del serbio parece despejado.
Acabó así la aventura de un Etcheverry que en su primera comparecencia en el torneo bajo techo de la capital francesa se marcha con la victoria conseguida en primera ronda contra el serbio Miomir Kecmanovic, al que remontó de forma brillante.
Las opciones de Argentina en el torneo reposan ahora en los hombros de Francisco Cerúndolo, que se juega el pase a octavos de final contra el noruego Gasto Ruud, octavo favorito.