Los problemas físicos están siendo un serio hándicap para Carlos Alcaraz esta temporada, como en el tramo final del pasado curso, pues después de perderse la Copa de Maestros y la final entre ocho de la Copa Davis en noviembre de 2022 por lesión.

Otras molestias lo apartaron del Abierto de Australia y algunas más lo acompañaron en tres de las cuatro derrotas encajadas este año.

Alcaraz cayó en las semifinales de Roland Garros ante el serbio Novak Djokovic por 3-6, 6-3, 1-6 y 1-6 en un encuentro que estaba igualado a un set y a un juego en el tercero cuando unos inoportunos calambres dejaron al murciano prácticamente fuera de combate y aunque siguió en la pista, encajó 11 juegos y solo sumó uno cuando su rival ya vencía por 0-5 en el cuarto y definitivo parcial.

El tenista palmareño de 20 años sufrió un desgarro en la musculatura oblicua interna de la pared lateral abdominal izquierda durante el partido que no pudo acabar el 4 de noviembre pasado frente al danés Holger Rune en los cuartos de final del Masters 1.000 de París Bercy y se retiró cuando había perdido el primer set 3-6 y disputaba el 'tie break' del segundo, en el que iba 1-3 abajo después del 6-6 que dio lugar a esa muerte súbita.

Tras superar esa lesión, que le impidió estar en las finales de la ATP de Turín y en la F8 de la Davis en Marbella, y cuando ya apuraba su preparación para comenzar 2023 en Australia sufrió otro percance en un entrenamiento el 6 de enero en el músculo semimembranoso de la pierna derecha que lo tuvo de baja hasta mediados de febrero.

Reapareció tres meses y medio después en el ATP 250 de Buenos Aires que ganó.

La semana siguiente, en la final del ATP 500 de Río de Janeiro, en Brasil, se resintió de las molestias en su muslo derecho y perdió ante el británico Cameron Norrie por 7-5, 4-6 y 5-7 jugando lastrado desde la parte final de la segunda manga.

Posteriormente se impuso en Estados Unidos en el Masters 1.000 de Indian Wells para luego caer en las semifinales del de Miami frente al italiano Jannik Sinner por 7-6 (4), 4-6 y 2-6.

Como este viernes, unos calambres que aparecieron en el tercer y último set frenaron la progresión del murciano, que volvería a competir a buen nivel para llevarse los títulos en el ATP 500 de Barcelona y en el Masters 1.000 de Madrid.

El bagaje actual de Alcaraz esta temporada, contabilizando la derrota ante Djokovic, es de 35 partidos ganados y cuatro perdidos.

El único de sus tropiezos en el que no influyó su merma física fue el más inesperado, el encajado en la tercera ronda del Masters 1.000 de Roma ante el húngaro Fabian Marozsan, que ganó por 3-6 y 6-7 (4).