Del séptimo puesto en la calificación al tercero en la final, Iris Tió remontó a lo grande en la piscina del centro de Convenciones de Fukuoka para darle a España su primera medalla de este mundial, un bronce de mucho mérito, una medalla que premia la fe y el trabajo de la barcelonesa.
Inalcanzable el oro, que antes de nadar y como si de una rusa se tratara, todo el mundo sabía que iba a ser para la japonesa Yukiko Inui (276, 5717), la lucha por las medallas se puso muy cuesta arriba cuando en el preliminar, Tió fue séptima al sufrir dos penalizaciones ('base mark') que lastraron su puntuación.
En la final, la austriaca Vasiliki Alexandri también la superó (264, 42 por 254,21) y a falta de una nadadora, la griega Evangelia Platanioti, que había sido segunda en el preliminar, todo estaba en el aire.
La helena marcó 242,5 puntos. Beth Fernández, la española que la entrena, intentaba consolarla, pero Evangelia no pudo colgarse la medalla, porque fue sancionada con una penalización ('base mark'), que es el nuevo VAR de la artística.
El nuevo reglamento contempla esta posibilidad y las puntuaciones ya no son predecibles. Le ocurrió a Tió en el preliminar y le ha ocurrido a Platanioti en la final, en el peor momento.
Sabía Iris que tenía que explotar su físico. Esos 173 centímetros, su técnica y el trabajo acumulado. Su ejercicio se basa en la sinfonía número 1 de Mahler, 'Titan', y la catalana lo dio todo, fue precisa, arriesgó lo justo y no sufrió ninguna penalización.
De padres músicos, la tímida Iris, como siempre cuenta su entrenadora, la japonesa Mayuku Fujiki, es una mezcla de Gemma Mengual y de Ona Carbonell. Este sábado, los resultados le han dado la razón a Mayu, puesto que Iris se suma a Mengual, Carbonell y también a Andrea Fuentes como la cuarta española que gana una medalla en un ejercicio de solo en una gran competición.
Con movimientos amplios, Iris Tió completó los siete elementos del ejercicio con precisión, los cinco obligatorios y los dos híbridos. Salió de la piscina satisfecha, después la puntuación le dio la razón.
Consiguió 254,21 puntos, casi 50 puntos más que en el preliminar (204,6666); sin penalizaciones, su ejecución se disparó hasta los 151,81 puntos por los 102,4 del preliminar, mientras que la impresión artística (102,4) volvió a ser de las más altas del concurso.
Esta es la historia de la primera medalla de la delegación española en este Mundial, un bronce en solo técnico, pero todo apunta a que la cosecha puede ser aun mejor, después de que Fernando Díaz del Río haya firmado la mejor puntuación en la previa del solo técnico, y el duo mixto técnico (Emma García y Dennis González) también hayan firmado el mejor ejercicio.
Sin las rusas, con un nuevo reglamento y también con la mayor calidad de los dos chicos, el equipo español está dispuesto a volver a lo más alto.