La selección española, con la clasificación ya asegurada para la segunda fase, tratará de cerrar hoy (18 horas, Teledeporte) la primera ronda del Europeo de Hungría y Eslovaquia con un triunfo sobre Bosnia Herzegovina, en un encuentro que los Hispanos quieren seguir “creciendo”.
“Es importante mantener la solidez y seguir creciendo. Somos un equipo aún en fase de construcción, con un margen de mejora alto, pero para conseguirlo hay que intentar aprovechar cada uno de los partidos que tenemos”, señaló el seleccionador Jordi Ribera.
Una circunstancia que no impedirá al técnico español introducir cambios en el equipo, en el que previsiblemente entrarán el portero Sergey Hernández, el lateral Chema Márquez y el extremo Kauldi Odriozola, tras quedarse fuera de la convocatoria en los dos primeros encuentros del torneo.
Las novedades no sólo servirán al preparador español para dar descanso a los jugadores más castigados, sino también para tratar de seguir ajustando el juego de una selección que presenta hasta cinco debutantes en este Europeo.
Jordi Ribera sabe que pese a la importante victoria (32-28) lograda el sábado sobre Suecia, que permitirá a los Hispanos acceder a la segunda fase con dos puntos, el máximo posible, en su casillero, le queda todavía un duro camino por delante.
“Hemos cumplido con el primer objetivo, pero hay que pensar que esto es muy largo”, advirtió el seleccionador español. En este sentido, parece probable que Jordi Ribera utilizará el duelo con Bosnia, que cuenta sus partidos por derrotas, para seguir probando distintas combinaciones tanto en ataque como en defensa.
De este modo, no sería extraño ver a Miguel Sánchez-Migallón e Iñaki Peciña, dos de las caras nuevas del conjunto español, en el eje de la defensa 6-0, así como Kauldi Odriozola y Aitor Ariño en el puesto de avanzado en la variante 5-1.
Igualmente en ataque volverán a contar con un gran número de minutos los jóvenes centrales Agustín Casado e Ian Tarrafeta, que tratarán de refrendar las magnificas sensaciones que dejaron ante la República Checa y Suecia.
Probaturas que no mermarán la ambición del equipo español que quiere llegar a la segunda fase con pleno de victorias.
“Vamos a salir al 200 por cien a por la victoria para coger buenas sensaciones para la segunda fase”, recalcó el lateral Jorge Maqueda, que como el resto de internacionales españoles no quiere apartarse de la filosofía de afrontar cada encuentro como si fuera una final.
Una final que se antoja en este caso algo más sencilla dada la debilidad de una selección bosnia, muy mermada por las bajas provocadas por el coronavirus.
Si antes del inicio del campeonato el conjunto bosnio ya tuvo que prescindir de jugadores como el portero Admir Ahmetasevic, exguardameta del Puente Genil, tras dar positivo, el coronavirus impidió el concurso ante la República Checa de los extremos derechos Ibrahin Haseljic y Luka Peric, así como del lateral Dejan Malinovic.
Esta circunstancia obligó a Bosnia a disputar sin ningún jugador zurdo el encuentro con el equipo centroeuropeo, ante el que tampoco pudo actuar el veteranísimo lateral Nikola Prce, exjugador, entre otros, del Ademar de León o el Logroño.
Bajas que condicionaron el juego ofensivo del conjunto balcánico, que si en la primera jornada se quedó en tan sólo dieciocho goles (30-18) ante Suecia, tan sólo pudo sumar uno más, diecinueve (27-19) ante la República Checa.
El punto fuerte del conjunto balcánico, sin embargo, está en la defensa, con Mirza Terzic y Vladimis Vranjes, y, especialmente, en la portería, donde cuenta con Benjamin Buric, con uno de los mejores guardametas del mundo.