El Monbus Obradoiro sorprendió al Lenovo Tenerife en el Santiago Martín con un agónico triunfo (87-92) cimentado en el juego interior, tras ir el conjunto canarista ganando de hasta 13 puntos, en un choque en el que destacó el canadiense Thomas Scrubb -26 puntos y 31 de valoración- por encima del talento interminable del brasileño Marcelinho Huertas -20 puntos y 4 asistencias-.
El conjunto lagunero, con Gio Shermadini sacando petróleo en la pintura y Sasu Salin desenfundando su mejor repertorio desde el perímetro -12 puntos entre los dos jugadores en cinco minutos-, empezó pasando el rodillo sobre el conjunto gallego, que en el ecuador del primer cuarto se vio forzado a solicitar el primer tiempo muerto merced a un demoledor 16-5 de partida.
Solo Scrubb y Zurbriggen encontraban aro en esos compases iniciales. Los de Moncho Fernández intentaron despertar, pero sobre la trinchera gallega cayó toda la batería exterior del Lenovo (6/7 en triples), estirándose la ventaja isleña hasta los 13 puntos (27-14). En cualquier caso, el Monbus trató de no ceder y consiguió edulcorar el primer periodo con los arreones de Álex Suárez y Guerrero (29-20).
En el segundo asalto, Howard y Kloviar acortaron distancias (31-25) pero de nuevo Huertas impuso su jerarquía en la dirección canarista, elevando la renta por encima de la decena tras un triple de Abromaitis (36-25).
Fernández trató de castigar al Tenerife sacando a pista a dos pívots como Pustovyi y Blazevic, al jugar el Lenovo con un ‘cuatro’ abierto como Abromaitis. Pero la ecuación, que parecía hacer daño en la retaguardia local, terminó desactivándose con la tercera personal del interior ucraniano a cinco minutos para el descanso (38-31).
Sin embargo, el duelo siguió sin cambiar el guion establecido. Salin siguió rompiendo su maleficio de esta temporada desde el 6,75, mientras Shermadini continuaba engordando estadísticas desde la línea de personales (11 puntos en el primer tiempo, aunque el Obradoiro no estaba dispuesto a quedarse a la deriva ante tal derrama de puntos (51-44). No obstante, Ristic y Fernández volvieron a dar oxígeno al Tenerife para sellar al descanso un cómodo 55-44.
En la reanudación, el Obradoiro volvió a apretar en el juego interior, con Pustovyi poniéndose las botas tras la tercera personal de Shermadini (57-54) en un 2-10 de parcial para los visitantes. Apenas Huertas conseguía desatascar a los locales, porque los compostelanos siguieron oliendo la sangre, hasta que Álex Suárez y Scrubb pusieron en vanguardia a los suyos desde la línea de personales (62-63).
Ante esa nueva panorámica, Fernández y Fitipaldo desentumecieron a un Tenerife que se había quedado más que rígido en los últimos minutos, dando un nuevo repunte a los isleños (72-69) a la espera del último cuarto.
En el desenlace, volvió al parqué Pustovyi como ariete gallego, pero la magistral dirección de Fernández y Huertas permitió revivir al Lenovo (80-73). Aún así, all Obradoiro parecía darle iguala, acostumbrado a ir a contracorriente y a aguantar las embestidas. Scrubb asumió los galones, que junto con Howard lanzaron el último órdago (80-79).
Shermadini volvía al banquillo con la cuarta personal, algo que agradeció Pustovyi, si bien ambos equipos encadenaban errores en los dos aros. Pustovyi y Scrubb ponía tres arriba a los gallegos (80-83), para recrudecerse a continuación el intercambio de canastas. Huertas apuró el milagro pero ya era demasiado tarde. El Monbus se llevó un agónico duelo (87-92) que le permite remontar el vuelo en la Liga Endesa, mientras el Lenovo se atasca en la lucha por el billete copero.