Una brillante actuación de María Conde iluminó este viernes a España ante Montenegro en la segunda jornada del Eurobasket y le permitió estrenar su casillero de triunfos tras su decepcionante debut ante Letonia, aunque la amplia victoria final (78-57) no muestra el sufrimiento que tuvo que superar en el tercer cuarto.

La victoria del equipo de Miguel Méndez deja todas las opciones abiertas para la última jornada de esta primera fase, desde ser primero de grupo hasta quedar eliminando, aunque no depende de sí mismo para poder acabar primero del grupo A y pasar directo a cuartos, pero sí para pasar a octavos, algo que hará si gana a Grecia.

Dos triples de Alba Torrens impulsaron a España en el intercambio inicial de canastas. Su ataque, algo más fluido y con más opciones que en el mal debut ante Letonia, le dio confianza para empezar a construir alguna buena defensa y para cerrar su rebote. Con ese panorama la aparición de María Conde le permitió acabar el primer cuarto con una prometedora ventaja (19-14, m.10).

A diferencia de lo ocurrido en el estreno, la aportación del banquillo sí que empujó a España. Junto a la certera Conde, Cristina Ouviña dirigió con destreza y anotó ocho puntos casi seguidos y Paula Ginzo cumplió como ‘falsa cinco’. La ventaja española empezó a crecer.

Viendo que el partido se le podía ir de manera definitiva, la selección balcánica empezó a alternar defensas pero un triple de Conde, que sumó quince puntos sin fallo antes del descanso, y otro de Queralt Casas permitieron a España llegar al descaso con su máxima renta (42-29, m.20).

Montenegro regresó a la pista mucho más intensa, buscó con descaro a Natasha Mack cerca de la canasta e insistió en su defensa zona. Con un parcial de 0-11 en apenas tres minutos cambió el panorama e hizo regresar las dudas de la sorprendida España. En ese complicado momento, primero Torrens y luego Leo Rodríguez, ambas con cinco puntos seguidos, dieron aire a su equipo pero no evitaron que el choque entrara igualado al último cuarto (52-51, m.30).

La reaparición anotadora de Conde y el despertar de Laura Gil en ambas canastas permitieron a España recuperar la confianza y abrir la defensa zonal de su rival con una inteligente circulación de balón que lo hizo pasar por la zona. Con el choque encarrilado de nuevo, otra vez Ginzo tuvo una valiosa aportación para llevar la ventaja hasta la decena de puntos.

Montenegro se jugó con Mack su última carta pero Méndez volvió a recurrir a Raquel Carrera para frenarla y la gallega lo logró de nuevo. A falta de tres minutos, el equipo balcánico entendió que ya no había opciones y España pudo disfrutar de un plácido final de partido