El Real Madrid cayó en su visita al Anadolu Efes (90-89) en la Euroliga tras un duelo de infarto en el que fue capaz de resucitar en el último cuarto hasta remontar 17 puntos en contra, después de haber sido víctima del fuego lejano e inmisericorde del contrario durante el tercero.

Comenzó el choque en equilibrio, con Micic en los locales y Musa en los visitantes llevando la manija en el apartado anotador durante un intercambio de puntos que puso el 10-10. Ahí pegaron el primer mordisco los de blanco con un parcial de 2-8 que hizo menos dañino Pleiss, transformando de tres como venganza a un tapón previo de Tavares. A partir de ahí el enfrentamiento se movió en ventajas en el entorno de cinco puntos para el equipo español, seis al final del primer cuarto al ser Deck el último en golpear (18-24, min.10).

En el retorno al parqué, Larkin y Musa intercambiaron triples para dejar la diferencia en el marcador tal como estaba. Pero instantes más tardes, un arreón otomano que incluyó el primer triple de Clayburn y un acierto de Dunston puso al anfitrión a dos puntos y obligó a Chus Mateo a pedir un tiempo muerto.

Se templó el Real Madrid con ese receso y firmó un 4-10 que le dio la mayor ventaja del partido hasta ese momento (31-39, min.16). El confort que ofrecía ese colchón, tal como vino se fue al sacar oro el Anadolu Efes de una antideportiva de Abalde, con la que rascó cinco puntos a través de los libres de Pleiss y un triple de Singleton. A esa sangría le dio continuidad hasta firmar un 11-0 que le puso por delante al descanso (42-39).

Ansioso de redención, el Real Madrid se presentó en la segunda parte con un triple de Musa que igualó la contienda. El problema para ellos fue que los turcos no se encogieron y encontraron un vergel en el tiro perimetral, hasta el punto de anotar sus 21 primeros puntos del tercer acto desde la larga distancia.

El cuadro español sobrevivió a esa balacera al principio a base de paciencia y trabajo, pero semejante tortura acabó desesperándole. La mayor expresión de esa frustración fue una técnica pitada a Chus Mateo tras una personal a Larkin cuando este trataba de seguir haciendo del triple costumbre. Los cuatro tiros libres consiguientes los anotó el estadounidense y a ellos les siguió, cómo no, otro acierto exterior.Y una técnica más de Deck. Eso, unido a un portentoso mate de Dunston, situó al Anadolu Efes 17 arriba.

Así afrontaron ambos los diez minutos decisivos, con el Real Madrid con la fe como único argumento. No necesitó más. Un 2-15 de salida, con triples, más triples, de Rudy Fernández, Yabusele y Sergio Rodríguez; ubicó al equipo a solo 4 del rival (79-75, min.38). Y el propio Yabusele, a posteriori, logró poner a los suyos por encima, con la enésima anotación lejana, ante la incredulidad del público.

La euforia la cortó Larkin desde el perímetro, obviamente, para dejar el partido 86-84 a falta de 38.7. Le dio continuidad a ese acierto un mate de Pleiss y dos tiros libres de Clayburn que no cerraron el partido pese a todo, ya que la séptima vida del Real Madrid le llevó a sumar un parcial de 0-5 en 11 segundos que dejó el milagro a las puertas.