C UALQUIER DEPORTIVISTA ‘FUMA EN PIPA’ CUANDO RECUERDA AQUELLA NOCHE DE SAN JUAN. El Depor se jugaba el ascenso a Primera en Mallorca y, al final, en lugar de conseguir el objetivo, lo que ardió fue el equipo, comenzando una cuesta abajo dolorosa y traumática.

Las campañas de marketing del club parecían premonitorias. El barco que se hunde y a Segunda. Ardemos en el infierno en la citada cita balear. Nos vamos a Segunda B, eso sí, con ‘honra’. Volvemos a mojarnos y volvemos a repetir en 1ªRFEF...  Ojo que nada tiene que ver esto con lo deportivo. Si de algo vamos bien en el club es de marketing, pero a veces parece que el destino siempre va en contra de estos colores y tiene reservada una buena puya para una entregada afición que se aferra como nadie al escudo.

El viernes por la noche se veían muchas camisetas del Depor en las cacharelas. Seguro que cuando los deportivistas las saltaban gritando el ‘meigas fóra’ no pensaban en el rito castreño de purificación y de unión con la naturaleza y el cosmos. La mayoría estarían maquinando “a ver si quemamos el meigallo entre todos”. Ojalá.