V eo jugar al Barça y lo paso mal. No me gustan los juguetes rotos, ni mucho menos hacer leña del árbol caído. Creo en el respeto al jugador veterano, en la paciencia con el futbolista joven, y en dejar trabajar al entrenador.

Ese es el trabajo de ellos, el mío, como columnista de este diario, es ofrecer mi opinión y valorar. Desde el respeto, sin sentar cátedra.

Y es ahí donde radica parte de los males de la prensa deportiva. Demasiadas veces, el periodista se pone el disfraz de “sabelotodo” y lo que es peor, se deja la objetividad en el salón de su casa. Y entonces, pasa lo que pasa.

Manolo Lama le llamaba el otro día “señora mayor” a Busquets, en un ejercicio de falta de respeto y de memoria histórica absoluto, aderezado con un toque de machismo pernicioso. Tanto él como Piqué y Alba se merecen otro trato por parte de prensa y afición. La idea del futbolista-clinex me enerva.

Respecto a los jóvenes habría mucho que hablar. Visto lo visto, creo que Jutglá y Abde no alcanzan el nivel necesario para jugar en el Barça. Uno es bregador, el otro un caradura sin miedo a encarar, pero no basta.

Gavi está tocado con la varita. Sin alardes técnicos, lo hace casi todo bien. Nico tiene condiciones de sobra pero debe mejorar su juego defensivo haciendo valer su físico. Más presencia. De Pedri no se puede decir nada nuevo. Solo hace falta verlo jugar. Y respecto a Ansu habrá que esperar a ver cómo se recupera de la enésima, pero es un jugador con un instinto goleador único.

Con todas estas circunstancias, toca hablar de Xavi. No me ha gustado cómo ha gestionado el tema Dembelé. Se ha plegado totalmente al club. Y entrenador y club deben guardar siempre una mínima distancia.

Y lo más importante. Después de un buen número de partidos y de un buen número de decisiones tomadas, tanto en frío como en el fragor de la batallas, llego a la humilde conclusión de que Xavi no tiene el talento de su profe Guardiola. Ni siquiera de su colega Luis Enrique.

Xavi tiene el ADN Barça porque lo ha mamado desde niño. Entiende perfectamente el concepto y lo que quiere de sus jugadores. Pero el desarrollo propio de su idea, ese pasito más, esa vuelta de tuerca que le dan los genios a las cosas que parece que ya no la tienen, no aparece. Quizás solo sea cuestión de tiempo.

Salud y suerte!