El dominicano LJ Figueroa dejó el Leyma por problemas de adaptación, según el técnico Diego Epifanio. Esta espantada no ha sido la primera en el deporte coruñés ya que en el verano de 1991 el Real Club Deportivo contrató al entrenador ruso Oleg Romantsev tras ascender a la Primera División y poner fin a la ‘longa noite de pedra’ después de casi dos décadas sin catar la máxima categoría estatal. El mencionado técnico estuvo en A Coruña unos días y después regresó a su país para no volver. Su marcha provocó la llegada de Marco Antonio Boronat, que tras una irregular dinámica fue destituido por Arsenio Iglesias. Luego, El Zorro de Arteixo logró la permanencia tras superar al Betis en una agónica eliminatoria y más tarde hizo historia al convertir al RCD en el Superdépor.

Durante un tiempo debatí con varios amigos las posibles razones por las que Romantsev plantó al deportivismo y llegamos a la conclusión de que le asustó lo que vio al considerar al Dépor un equipo de medio pelo y no ser idóneas sus precarias instalaciones para trabajar cómo pretendía. ¿Quién lo sabe? Sin embargo, a medida que pasaban los años, el Deportivo empezó a hacerse un nombre y codearse con los grandes, primero en España y luego en Europa. Ello le permitió conquistar una Liga, dos Copas y tres Supercopas de España, que para unos fue tocar el cielo y para otros un pequeño botín al considerar que el juego desplegado daba para algo más. Tras estos éxitos, la nueva cuestión era conocer qué pensaba el propio Oleg Romantsev mientras que el Real Club Deportivo crecía. Ojalá podamos volver a hacernos la misma pregunta en el futuro con LJ Figueroa tras decidir bajarse del proyecto naranja.