Esto decía Sabina de la malograda Cristina Onassis en su álbum Mentiras Piadosas de 1990. No hay que ser un genio como es el autor para saber que esto se ha repetido en la historia de la humanidad en incontables ocasiones. Podemos estar ante una de ellas.
Acabo de escuchar en directo la despedida de Ian Mackay y tengo la sensación de que mi club hoy es más pobre que ayer. No es una situación nueva, sino recurrente. Este sentimiento de dolor viene de tiempo. Pensé que había quedado atrás, pero no, sigue ahí, como perenne. Mismo perro con distinto bozal. Estoy decepcionada. Culpa mía por ilusa.
Pero este carrusel continúa y corresponde el capítulo al mercado de invierno. ¿Confianza en el Director Deportivo? Cero. Por ahora sólo ha tenido errores y gordos. Pero eso no es lo malo, siempre resulta complicado confeccionar y engranar una plantilla, lo verdaderamente nefasto es que Soriano sigue el mismo guión que en el mercado veraniego. Es decir, rastreo del mercado de cercanía, control de la propia categoría, estudio de la zona baja de la Segunda División y poco más. Sólo hace falta escuchar los nombres que suenan y el fichaje de Puerto para comprobar las miras de nuestro DD.
¿De verdad, con 5 millones y pico de presupuesto debemos rebuscar sólo en esos baúles? Me pregunto, dónde queda el mercado nacional a mayor escala, y el mercado de otras Ligas, y el complicado pero a veces fructífero mundo de las cesiones. De todo esto deduzco que Soriano es un Director Deportivo justito para el Deportivo, que no sale de su área de confort, poco valiente y decidido, sin demasiados contactos, desconfiado y que aboca al Deportivo a esa misma medianía.
Porque medianía, sino ineptitud, es pagar cláusulas por los jugadores que se quieren fichar y pagar los contratos íntegros de los que se quiere echar. Cinco millones de euros para construir una plantilla líder en 1ª RFEF es una misión, no fácil, pero sí asumible. Cinco millones de euros dan para fichar a gente muy buena y muy experimentada. Y más ahora en el mercado invernal, cuando nadie tiene prácticamente un euro, y tú vienes fuerte.
¿Sólo tenemos dinero? Quiero creer que no, (dejo al margen a la afición, por supuesto), pero desde luego lo que no tiene este club desde hace años es elegancia y señorío. El Deportivo se está convirtiendo en una trituradora de personas, porque al final, jugadores, entrenadores o trabajadores del club, son personas. Y parece que se están ensañando con los de casa. Inaudito.
Por último, quiero agradecer a Mackay su devoción y dedicación al Deportivo. Con sus brillantes luces y sus oscuras sombras.
Salud y suerte!